El mapeo de la megafauna expone lagunas en la conservación de los océanos
Una investigación en Science revela que la protección de gigantes marinos está lejos de ser efectiva, pese a metas como la Iniciativa 30x30. Urgen acciones más focalizadas para asegurar la supervivencia de estas especies clave en los ecosistemas oceánicos.

Un estudio pionero publicado recientemente en Science, con el apoyo de las Naciones Unidas, ha reavivado la urgencia de los esfuerzos de conservación marina, destacando las vulnerabilidades de la megafauna oceánica, especies que desempeñan un papel crucial en los ecosistemas marinos.
A medida que el cambio climático se acelera, el estudio demuestra cómo el calentamiento de las aguas, la pesca industrial y la contaminación oceánica amenazan la estabilidad de estas especies. La investigación, realizada por un consorcio internacional de casi 400 científicos, destaca que, si bien los objetivos globales de conservación, como la iniciativa 30x30, representan un avance, siguen siendo insuficientes para proteger muchos hábitats vitales.
Dirigido por la profesora asociada Ana Sequeira de la Universidad Nacional Australiana (ANU), el estudio analizó datos exhaustivos de seguimiento de la megafauna marina, incluyendo tiburones, ballenas, tortugas marinas y aves marinas. Los investigadores recopilaron información de cientos de científicos de todo el mundo para cartografiar los hábitats críticos de estas especies y evaluar su coincidencia con amenazas antropogénicas como la pesca, el transporte marítimo y el cambio climático. Como señaló Simon Thorrold, científico sénior del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI): «Reunir datos de cientos de científicos es una forma realmente eficaz de abordar colectivamente las protecciones internacionales necesarias para estas importantes especies».
La megafauna bajo creciente presión
El estudio reveló que las estrategias de conservación actuales dejan vulnerables muchos hábitats críticos. Según Francesco Ferretti, ecólogo marino de Virginia Tech, «el 60 % de los hábitats críticos de los animales monitoreados seguiría estando fuera de estas zonas». Esto es un duro recordatorio de que la protección designada del 30 % del océano por sí sola no será suficiente para salvaguardar la megafauna marina. Sequeira enfatizó la urgencia, afirmando: «Incluso si se seleccionara la protección completa del 30 % en áreas clave utilizadas por la megafauna marina, seguiría siendo insuficiente para conservarlas».
Es importante destacar que los investigadores enfatizaron que los esfuerzos de conservación deben ir más allá de la simple declaración de áreas protegidas. ”No se trata solo de trazar líneas en un mapa. Necesitamos comprender el comportamiento animal y compararlo con la actividad humana para encontrar las mejores soluciones", explicó Ferretti. Estos hallazgos refuerzan la necesidad de estrategias de mitigación específicas, junto con las áreas protegidas, para contrarrestar la creciente presión humana.
Implicaciones políticas: fortalecer la protección marina mundial
Dado que las políticas internacionales de conservación influyen cada vez más en la gobernanza ambiental, esta investigación contribuye directamente a acuerdos como el Tratado de Alta Mar y la iniciativa 30x30. Los hallazgos del estudio sugieren que las áreas protegidas deberían complementarse con estrategias de mitigación más amplias. «Nuestra investigación demuestra que, además de las áreas protegidas, la implementación de estrategias de mitigación como el cambio de artes de pesca, el uso de luces diferentes en las redes y la modificación de los patrones de tráfico marítimo serán clave para aliviar la presión humana actual sobre estas especies», afirmó Sequeira.

Además, el estudio proporciona información crucial para los responsables de políticas que buscan equilibrar la conservación de los océanos con el uso humano sostenible. Como señaló Camrin Braun, científico adjunto del WHOI, «Los enfoques de gestión adaptativa y las estrategias de mitigación más robustas son componentes esenciales del enfoque internacional coordinado necesario para conservar estas especies en el futuro». Esto refleja la creciente opinión mundial de que la conservación debe ser dinámica y adaptativa ante el rápido cambio ambiental.
En definitiva, la investigación ilustra la necesidad de un enfoque integral para la conservación marina que integre las áreas protegidas con políticas proactivas que aborden el impacto humano. Como señaló Ari Friedlaender, colaborador de la Universidad de California en Santa Cruz: «Esto demuestra cómo la ciencia puede unificar y aunar ideas, personas e información hacia un único objetivo». El estudio ofrece una hoja de ruta fundamental para definir los esfuerzos de conservación marina en los próximos años, haciendo hincapié tanto en la protección como en la innovación en las estrategias de gestión.
Referencias de noticias
El seguimiento global del uso del espacio por parte de la megafauna marina revela cómo alcanzar los objetivos de conservación, Science, 5 de junio de 2025. Ana MM Sequeira., et al.