El universo está en movimiento, tanto nuestro sistema solar como otras estrellas. Pero, ¿es posible un encuentro cercano de nuestro Sol con otras estrellas? Parece que sí, y con mucha más frecuencia de lo esperado.
El universo está en movimiento, tanto nuestro sistema solar como otras estrellas. Pero, ¿es posible un encuentro cercano de nuestro Sol con otras estrellas? Parece que sí, y con mucha más frecuencia de lo esperado.
Desde el impactante descubrimiento de la existencia de un agujero en la capa de ozono y las medidas mundiales para combatirlo a finales de los años 80, cada vez se habla menos de este problema.
Que haya agua en la Luna, y posiblemente en abundancia, no es nada nuevo. Sin embargo, estudios muy recientes sugieren inesperadamente que puede estar formándose continuamente con un proceso que es imposible en la Tierra.
Por primera vez, los astrónomos han descubierto una estrella que, cuando muera, se convertirá en una "magnetar", es decir, una estrella con los campos magnéticos más fuertes observados en el Universo.
Quedan menos de dos años para que el Sol alcance su máximo nivel de actividad magnética. Este período máximo se caracteriza por fenómenos de particular intensidad con posibles efectos significativos en los satélites artificiales y en la red eléctrica mundial.
La AR3270 es una gigantesca región solar activa, monitoreada por satélites de la NASA, y que en las últimas 24 horas ha evolucionado tan rápidamente como para emitir un "aviso" de posibles tormentas geomagnéticas.