Calor extremo en Chile: consejos para sobrevivir a la época de altas temperaturas
El aumento de las temperaturas a nivel mundial también se siente en Chile. Los episodios extremos de calor se están haciendo más frecuentes. Descubre algunas formas de convivir con las altísimas temperaturas.

Varias regiones de Chile están pasando por un periodo extremamente cálido, con temperaturas que se elevan hacia los 35 ºC y que incluso amenazan con subir cerca de los 40 ºC.
No hace mucho, los chalecos, camisetas de manga larga, bufandas y gorros eran algunas de las prendas esenciales. Ahora, los ventiladores y el aire acondicionado se convertirán en los mejores aliados en el día a día.
Esta alza de temperatura tiene dos motivos, y en general se repiten frecuentemente durante el verano. Así fue en la temporada pasada y ahora volveremos a tener el mismo escenario: una dorsal cálida —que acarrea un aporte de calor extra de norte a sur— y el desarrollo de una circulación ciclónica importante —que comienza como la típica vaguada costera, pero que en ciertas zonas del país llevan a la formación de una baja presión, que incrementa la advección de temperaturas cálidas desde zonas interiores, encapsulando, comprimiendo y calentando aún más el aire en valles y sectores de la cordillera de la costa.

Muy probablemente, este episodio cálido que se está viviendo por estos días en Chile no será el único. El verano nos debe traer más eventos de calor extremo, donde el incómodo de sentir temperaturas de más de 33 ºC convivirá con el peligro de la propagación de posibles incendios forestales en las zonas donde el incremento de las temperaturas es más intenso.
Cómo convivir con el calor extremo
Lamentablemente, con el calentamiento global acelerado casi imparable, las temperaturas seguirán experimentando este tipo de evento extremo. Esto se refleja, por ejemplo, en el aumento del número de olas de calor en Chile: ciudades como Santiago o Curicó, han mostrado un aumento de eventos donde se han ultrapasado en al menos 3 días consecutivos las temperaturas consideradas extremamente cálidas (sobre el percentil 90 de los datos climáticos).
Si bien una ola de calor representa un conjunto de días con temperaturas extremas, estos episodios de altísimas temperaturas pueden tener una duración inferior a 3 días, no catalogándose como ola de calor según la definición oficial establecida por la Dirección Meteorológica de Chile.

Sin embargo, ola de calor o no, los episodios de calor extremo pueden provocar una serie de trastornos en las personas y su entorno. La buena noticia es que hay maneras de hacer más llevaderas estas altas temperaturas.
Usar ropa de colores claros y de tejidos respirables, sobre todo si estás expuesto a la radiación solar directa, pues ayuda a evitar el sobrecalentamiento de la piel. En general, en primavera y verano, estos episodios de calor extremo están vinculados a días sin nubes, donde la radiación solar incidente es más intensa.

Preferir lugares con mayor densidad de árboles: los árboles, con su sombra, producen una reducción de la temperatura local, en comparación con zonas donde su presencia es reducida. La radiación solar calienta la superficie, que por su vez calienta el aire. El asfalto o cemento puede llegar a calentarse por sobre los 50 ºC cuando recibe radiación solar directa, incidiendo en la temperatura del aire.
En nuestros hogares, cerrar ventanas y cortinas en periodos de máximas temperaturas puede ayudarte a mantener alejado el calor excesivo. Pero recuerda que es importante mantener la ventilación de nuestros hogares para que no se acumule la contaminación intradomiciliar. Por lo mismo, al comienzo del día y de la noche es recomendable abrir los espacios para que el aire, más fresco que en pleno día, circule por las habitaciones de la casa.
Si la humedad del aire es muy baja, puedes utilizar humidificadores de ambiente, que además pueden ayudar a refrescar gracias a que las minúsculas gotitas de agua capturan el calor del aire para evaporarse. Una toalla húmeda frente a un ventilador puede servir con el mismo efecto.
Beber agua para mantener la hidratación: nuestro cuerpo funciona con agua. La sed es un mecanismo de aviso que nuestro cuerpo nos da cuando está con déficit hídrico. Por lo mismo, es recomendable beber líquidos (preferentemente agua) o consumir frutas con alto contenido de agua incluso si no sientes sed. Así, compensarás la perdida de líquidos que se produce cuando transpiramos con más abundancia en días cálidos.

Si posible, busca opciones de aislamiento térmico para su hogar, tanto de paredes como de ventanas y puertas: te será útil en épocas de calor y de frío, ahorrando en calefacción durante el invierno y en refrigeración durante el verano.