Derretimiento del "Glaciar del Apocalipsis" amenaza elevar el nivel del mar

El glaciar Thwaites, situado en la Antártida Occidental, es uno de los más grandes del planeta, y se está derritiendo rápidamente, pudiendo desaparecer para siempre. ¿Cuáles serían las consecuencias que esto traería?

Colapso del glaciar Thwaites
¿Cuáles son las respuestas de los glaciares a los escenarios de cambio climático?

El denominado “glaciar del Juicio Final ”, “glaciar del fin del mundo” o “glaciar del Apocalipsis ” se encuentra en la Antártica occidental, y es considerado uno de los glaciares más grandes del mundo, con unos 120 km de ancho y 600 km de largo. Su nombre original es glaciar Thwaites, y estos apodos hacen referencia al alto riesgo de colapso y amenaza al nivel global del mar.

Según la NASA, el glaciar Thwaites es una porción de la capa de hielo de la Antártica Occidental que contiene cantidades de hielo suficientes para elevar el nivel del mar en hasta 4,8 metros. Esta región ha sido monitoreada por su rápido derretimiento y su capacidad de destrucción costera generalizada debido al rápido avance de la crisis climática.

El glaciar Thwaites representa un enorme desafío para los científicos que intentan predecir a nivel global el aumento del nivel del mar. Esta enorme masa de hielo se encuentra ya en una fase de rápido retroceso (un "colapso" si se considera en una escala de tiempo geológica), generando preocupación sobre cuándo, o con qué rapidez, podría liberar su hielo en el océano.

Según los científicos, con su completo deshielo, el nivel de los océanos tendería a subir entre 0,91 y 3,05 metros, lo que supondría una amenaza para aproximadamente el 40% de la población humana que vive en áreas costeras.

Imagen 3D del lecho marino frente al glaciar Thwaites
Las imágenes recopiladas por el vehículo autónomo submarino mostraron características geológicas nuevas para la ciencia. Fuente: Alastair Graham/Universidad del Sur de Florida.

Este glaciar ha preocupado a los científicos durante décadas. En 1973, los investigadores cuestionaron si tenía un alto riesgo de colapso. Casi una década después, se descubrió las corrientes oceánicas cálidas podrían derretirlo en su parte inferior y desestabilizarlo, ya que el glaciar está anclado en el fondo del mar. Desde entonces, los científicos comenzaron considerar la región alrededor de Thwaites como "el punto débil de la capa de hielo de la Antártida occidental ".

En 2001, los datos satelitales mostraron que su base retrocedía aproximadamente 1 km/año. En 2020 se encontró evidencia de que las corrientes cálidas estaban derritiendo el glaciar desde abajo. Ya en 2021, un estudio mostró que la plataforma de hielo, que ayuda a estabilizar el glaciar, podría romperse en cinco años.

En un artículo publicado en septiembre en Nature Geoscience, expertos de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia analizaron el fondo marino cercano al glaciar y sus formaciones geológicas, con el objetivo de cartografiar, por primera vez y en alta resolución, su retroceso histórico.

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La expedición se realizó en 2019 y contó con la colaboración de un vehículo robótico submarino de última generación cargado con sensores de imagen, que puede soportar condiciones extremas de presión y temperatura. Este equipo estuvo cerca de veinte horas recopilando imágenes y datos del fondo marino frente al Glaciar Thwaites. El robot examinó una área equivalente a la ciudad de Houston (EE. UU.) a una profundidad de 700 metros.

El equipo documentó más de 160 ondulaciones que se crearon, como una "huella geológica", a medida que el borde del glaciar retrocedía, subiendo y bajando con las mareas, lo que ayudó a comprender lo que podría suceder en el futuro.

Principales resultados del estudio

Los resultados mostraron que en algún momento de los últimos 200 años, durante un período de menos de seis meses, el frente del glaciar perdió contacto con una cordillera en el fondo marino y retrocedió -o colapsó- a una velocidad de más de 2,1 km/h al año. Eso es el doble de la velocidad que los científicos han observado durante la última década.

Estos resultados muestran que la gran estructura de la Antártica es capaz de derretirse a un ritmo más rápido de lo previsto, en un corto período de tiempo, reforzando la preocupación con relación el aumento del nivel del mar y el riesgo para las ciudades costeras. Según los científicos, esta investigación representa un gran cambio de perspectiva.

En el pasado, se pensaba que las respuestas de las capas de hielo al cambio climático tardaban más en producirse. Pero, la información geológica obtenida recientemente, confirma que estas respuestas ocurren más rápido de lo esperado.