El futuro de la cerveza puede estar en riesgo

La cerveza es una de las bebidas más populares en algunos países europeos y la elaboración de un elemento fundamental en su producción puede plantear algunos retos en el futuro. ¡Descubre más sobre este tema con nosotros!

tres botellas de cerveza cerradas y papas fritas industrializadas
La cerveza es una de las bebidas más populares entre los portugueses, junto con el vino y los refrescos.

El lúpulo es uno de los ingredientes básicos de la cerveza y la productividad de esta planta puede verse amenazada por los impactos del cambio climático en un futuro próximo. Un estudio reciente, realizado por científicos checos y británicos, indica que a medida que el continente europeo bate récords de temperatura, la producción de lúpulo ha disminuido.

La inversión en diferentes variedades de lúpulo, más resistentes a situaciones de estrés térmico y hídrico, ha tenido cierto éxito (...)

El continente europeo es una zona privilegiada para el cultivo de lúpulo aromático, pero las condiciones más cálidas y secas —según la Organización Meteorológica Mundial, Europa es el continente con el calentamiento más rápido del mundo— están provocando cambios en la composición del lúpulo, específicamente, la reducción del contenido de ácido alfa, responsable del sabor amargo de la cerveza.

Este estudio se centró en las principales zonas de cultivo de lúpulo en Alemania, Eslovenia y la República Checa, comparando datos sobre el rendimiento de lúpulo y el contenido de ácido alfa durante dos períodos de 24 años (1971-1994 y 1995-2018) con datos meteorológicos y climáticos de las regiones mencionadas y el continente europeo. Este cruce permitió comprobar que en algunas zonas el rendimiento de lúpulo cayó casi un 20%, disminuyendo el contenido de ácidos alfa en más de un 30%.

Impactos directos y perspectivas futuras

Según el estudio identificado anteriormente, el cultivo de lúpulo en condiciones de mayor temperatura tiene un impacto directo en una mayor presión sobre los recursos hídricos, ya que las temperaturas más altas obligan a las plantas a utilizar más agua. Además, más agua también puede significar un cambio significativo en el contenido de ácidos alfa y el perfil de aroma, que puede perderse por evaporación.

Los compuestos alfa-ácidos presentes en el lúpulo son los principales responsables de las características amargas de una cerveza.

Como consecuencia, se esperan dificultades en la adaptación de este tipo de cultivos al cambio climático, ya que el proceso de maduración del lúpulo está directamente relacionado con la reducción de la duración del día natural que se produce tras el solsticio de verano.

Los modelos de previsión elaborados por investigadores internacionales indican que, incluso teniendo en cuenta algunas medidas para optimizar la actividad agrícola combinadas con medidas para mitigar el cambio climático, la producción de lúpulo en Europa podría sufrir una reducción de entre el 4% y el 18%, y el contenido de ácidos alfa podría caer hasta un 30% para el año 2050.

Más allá de las perspectivas de los productores de cerveza, que cada vez más consideran que el contenido de alfa ácido no afecta significativamente la calidad de la cerveza, se suma el camino de la investigación científica. La apuesta por diferentes variedades de lúpulo, más resistentes al estrés térmico y hídrico, ha tenido cierto éxito en determinadas regiones y podría ser la respuesta que buscan los productores de cerveza, principalmente europeos.

Se sabe que este no es el fin de la cerveza tal como la conocemos, pero será otro ámbito que tendrá que saber adaptarse a nuevas condiciones de clima que representan importantes desafíos.

Referencia da noticia:
Mozny, M., Trnka, M., Vlach, V. et al. Climate-induced decline in the quality and quantity of European hops calls for immediate adaptation measures. Nat Commun 14, 6028 (2023).