Ingenieros chilenos desarrollan un cargador rápido y más sustentable para vehículos eléctricos
La innovación nacional entrega mayor potencia de salida y una eficiencia del 99%. Además, reutiliza baterías desechadas.
La compra de vehículos eléctricos está creciendo en el país. Si bien aún no tiene un ritmo acelerado, la Asociación Nacional de Automotriz de Chile (Anac) estima que para el año 2028 representarán el 6,1% del mercado, unas 20.000 unidades, solo considerando automóviles, porque además se suman buses y camiones.
En ello trabaja un equipo de investigadores de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica, que desarrolló un sistema de carga modular para vehículos eléctricos con batería integrada, rápido y más sustentable, ya que utiliza baterías de segunda vida.
Se trata de cargadores que podrían estar disponibles en edificios y casas, y que podrían reducir en cinco veces el tiempo actual de carga de un vehículo eléctrico.
Rapidez y eficiencia
La estación incluye módulos de baterías, lo que permite gestionar mejor la energía en caso de mucha demanda, evitando sobrecargas, y manteniéndola operativa incluso ante caídas de voltaje en la red eléctrica, asegurando una operación eficiente.

“Al momento de abastecer uno o varios vehículos, la estación combina la energía previamente almacenada con la provista por la red, entregando una carga rápida y estable”, señaló Félix Rojas, director del proyecto, en un comunicado.
De acuerdo con el investigador, el diseño bidireccional del sistema permite seleccionar entre la red eléctrica y el almacenamiento para la transferencia de energía hacia y desde el vehículo, abriendo un campo de nuevas aplicaciones para la electromovilidad en interacción con la red eléctrica.
Una opción más sustentable
Los módulos del cargador son escalables, se pueden sumar tantos como sea necesario para alcanzar la potencia requerida, explicó Javier Pereda, parte del equipo de investigadores que lidera el proyecto. Cada uno se basa en un transformador de alta frecuencia de tres puertos, de alta potencia y capacidad.

Además, reutilizan baterías desechadas, impulsando una economía circular, ya que el descarte masivo de baterías de iones de litio será un tema relevante cuando los vehículos eléctricos vendidos a partir de la década de 2020 comiencen a llegar al final de su primera vida útil.
“El cargador, que incorpora baterías de segunda vida con hasta un 80% de su capacidad original, ofrece mayor potencia de salida y una eficiencia cercana al 99%, lo que constituye un hito en este mercado, y una respuesta concreta al desafío de contar con más y mejores puntos de carga”, sostuvo Rojas.
Pereda agregó que la estación puede cargarse con fuentes renovables intermitentes como paneles solares o turbinas eólicas, al no requerir grandes volúmenes de potencia desde la red. Esto, dijo, es ideal para electrolineras que están en zonas aisladas o donde la red eléctrica no tiene la capacidad suficiente.