Las temperaturas de hasta 41 °C en los lagos de la Amazonia provocan la muerte de delfines y amenazan a las comunidades
El colapso térmico de los lagos amazónicos durante las sequías de 2023 y 2024 representa una advertencia urgente para el futuro ambiental y social de la región.

La Amazonía enfrenta una alarmante transformación en sus ecosistemas acuáticos. En medio de la sequía histórica de 2023, acompañada de olas de calor sin precedentes, las aguas de lagos como el Tefé alcanzaron temperaturas de hasta 41 °C. En algunas zonas, la temperatura del agua superó el promedio en más de 10 grados, un fenómeno que impactó profundamente la fauna local y las comunidades que dependen de estos recursos.
El caso más dramático se registró en el lago Tefé, en el estado de Amazonas, donde se encontraron más de 200 delfines de agua dulce —incluidos el delfín rosado y el tucuxi— muertos en tan solo un mes. Los animales, sin zonas frescas donde refugiarse y sometidos a estrés térmico, simplemente no sobrevivieron. Según el Instituto Mamirauá, la combinación de poca profundidad, alta turbidez, intensa radiación solar y vientos débiles dio como resultado un escenario descrito como una «tormenta perfecta».
Impactos ambientales y sociales a una escala sin precedentes
Además de la muerte de animales, la sequía y el calor extremo han dejado aisladas a miles de familias ribereñas, sin acceso al transporte fluvial, agua potable ni alimentos. Se estima que más de 420.000 niños se vieron afectados directa o indirectamente, según un informe de UNICEF. En Brasil, 1.700 escuelas y 760 puestos de salud quedaron inaccesibles.
Un artículo científico publicado en la revista Science señala que las temperaturas registradas en 2023 y 2024 superaron la tolerancia térmica de casi todas las especies acuáticas de la región. Peor aún: este episodio no es un caso aislado. Datos satelitales muestran que los lagos amazónicos se han calentado entre 0,3 °C y 0,8 °C por década desde la década de 1990, por encima del promedio mundial.
Calentamiento continuo y falta de refugio
La investigación también revela que el lago Tefé perdió el 75 % de su superficie, reduciéndose de 400 a 100 km² durante el punto álgido de la sequía. La profundidad, que antes alcanzaba los 13 metros, se redujo a tan solo medio metro. En estas condiciones, desaparecieron las capas frías bajo la superficie, eliminando la posibilidad de refugio térmico para los animales.
A pesar de ser mamíferos, los delfines no resistieron la sobrecarga metabólica impuesta por la necesidad de mantener su temperatura corporal en aguas tan cálidas. Según investigadores del INPA, el aumento de la acidez del agua, combinado con la hipoxia (falta de oxígeno), crea una combinación letal para los organismos acuáticos.
La sequía de 2024, que siguió a la ya severa sequía de 2023, refuerza la tendencia de fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes en la región. Aun así, hay indicios de recuperación: ese mismo año, la deforestación en la Amazonía disminuyó un 11 % con respecto al período anterior, como resultado de medidas ambientales más estrictas y la coordinación de políticas públicas bajo el gobierno actual.
Referencias de la noticia
Cientos de delfines muertos por los 41 grados de récord en las aguas amazónicas. 6 de noviembre de 2025.
Los lagos amazónicos llegan a los 41º C. 6 de noviembre de 2025.
Extreme warming of Amazon waters in a changing climate. 6 de noviembre de 2025.