Pronósticos recientes anuncian que 2023 podría seguir siendo una temporada de huracanes muy activa, incluso con El Niño

A pesar del desarrollo y probable fortalecimiento de El Niño sobre el Pacífico Tropical, la Universidad Estatal de Colorado, en su última actualización de pronósticos, sigue indicando una temporada de huracanes más activa de lo normal en 2023. ¿Por qué?

vista desde un satélite de un huracán sobre el Golfo de México
La temporada de huracanes de 2023, aunque tranquila hasta ahora, podría volverse mucho más activa de lo habitual en las próximas semanas.

Aunque la actual temporada de huracanes en el Atlántico Norte parece tranquila hasta el momento —con sólo 5 tormentas que no han causado grandes estragos—, la Universidad Estatal de Colorado (CSU) volvió a advertir, en una actualización de sus pronósticos el pasado jueves 3 de agosto, que la temporada de 2023 será más activa de lo habitual.

Hasta ahora, la temporada 2023 ha registrado 5 tormentas tropicales, la primera de las cuales fue una tormenta subtropical sin nombre que se formó el 16 de enero, meses antes del inicio oficial de la temporada el 01 de junio.

El primer día de la temporada se formó la tormenta Arlene, seguida de las tormentas Bret y Cindy, ambas activas durante la segunda quincena de junio. A mediados de julio le tocó el turno a Don, que fue la primera y única en alcanzar la categoría de huracán, y que permaneció durante toda su existencia sobre las aguas del Atlántico, bien lejos del continente.

Aunque llevamos 2 meses de temporada y todo parece relativamente tranquilo, debemos recordar que la misma no termina oficialmente hasta el 30 de noviembre y que la actividad de los ciclones tropicales empieza a aumentar en agosto hasta alcanzar un pico de intensidad máxima a mediados de septiembre. Por lo general, el 90% de la actividad ciclónica de la temporada suele producirse después del 01 de agosto.

La CSU, en su última actualización, ha aumentado de 15 a 18 las tormentas tropicales previstas para 2023, 9 de ellas huracanes, cifras por encima de lo normal esperado para una temporada.

La primera previsión de la Universidad de Colorado, publicada antes de la temporada el 13 de abril, pronosticaba una temporada ligeramente por debajo de la media —considerando la media de 1991-2020 de 14 tormentas con nombre, 7 huracanes y 3 huracanes intensos— con 13 tormentas con nombre, 6 huracanes y 2 huracanes de categoría intensa (categoría 3, 4 ó 5).

El primer día de la temporada, el 01 de junio, la CSU actualizó su pronóstico a una temporada ligeramente superior a la media, con 15 tormentas con nombre, 7 huracanes y 3 huracanes de categoría intensa.

Ahora, en la última actualización de las previsiones, el equipo de la CSU predice una temporada aún más activa, con 18 tormentas con nombre, incluidas las cinco que ya se han formado, con 9 huracanes (incluido Don) y 4 huracanes que alcanzarán categorías intensas (majors). En conjunto, los investigadores predicen que la actividad ciclónica de este año será un 130% superior a la media de la temporada.

Además, las nuevas proyecciones aumentaron la probabilidad de que una tormenta tropical o un huracán impacte en la costa estadounidense hasta el 48%, siendo la probabilidad media de una temporada del 43%.

¿Por qué las previsiones siguen indicando una temporada muy activa?

Esta predicción de una temporada de huracanes por encima de lo normal no parece tener sentido frente a El Niño, que podría alcanzar una fuerte intensidad en los próximos meses. Después de todo, durante los años de El Niño, la cizalladura vertical del viento aumenta sobre el Atlántico Norte, y el aumento de la cizalladura del viento desfavorece la formación y el desarrollo de ciclones tropicales.

Por eso, cuando se produce El Niño, la temporada de huracanes suele ser inferior a la media. Entonces, ¿por qué los investigadores de la CSU siguen apostando por una temporada superior a la normal?

La respuesta está en el propio Atlántico Norte, que viene marcando temperaturas récord, ¡muy por encima de todos los años registrados! Las aguas más cálidas de lo normal en el Atlántico Tropical, especialmente en la región conocida como Región Principal de Desarrollo del Atlántico, proporcionan más combustible para el desarrollo de ciclones tropicales, que se alimentan del calor y la humedad del océano.

Así pues, el Atlántico extremadamente cálido es la principal razón de la previsión de huracanes por encima de la media, a pesar del actual fenómeno de El Niño.