¿Qué sabemos hasta ahora sobre el cometa 3I/ATLAS? La astrofísica Roberta Duarte explica los detalles
El cometa interestelar 3I/ATLAS ha ido ganando cada vez más atención de los medios en los últimos días, ¿qué sabemos realmente sobre él hasta ahora?

El cometa 3I/ATLAS fue descubierto el 1 de julio de este año mediante observaciones realizadas desde el observatorio ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) en Chile.
Tras unos días de observación, los astrónomos ya habían estudiado su inusual trayectoria y lo habían clasificado como interestelar, es decir, no originario del sistema solar. Este objeto es el tercer visitante interestelar registrado por la humanidad y, por lo tanto, representa una oportunidad excepcional para estudiar objetos distantes.
En la comunidad científica, el entusiasmo radica principalmente en poder estudiar las pistas de un objeto formado en otra región de la galaxia. Esto significa que estudiar la composición del 3I/ATLAS nos revela mucho sobre la formación y la distribución química de la galaxia.
Desde preguntas sobre su composición, trayectoria y posible actividad hasta especulaciones, el tema ha generado un debate considerable. Para aclarar esta información, la astrofísica Dra. Roberta Duarte responderá las preguntas más frecuentes sobre 3I/ATLAS.
¿Qué es y cómo se descubrió?
El objeto 3I/ATLAS fue observado por primera vez el 1 de julio de 2025 por el observatorio ATLAS en Chile. Aunque la observación inicial fue realizada por ATLAS, otros telescopios y observatorios, como el Hubble y el James Webb, han observado el cometa en busca de datos. Debido a su trayectoria y velocidad inusuales, los astrónomos pronto lo clasificaron como interestelar, lo que significa que se originó fuera del sistema solar.
Es el tercero de su tipo jamás observado, después de 1I/ʻOumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019. Observaciones posteriores han proporcionado datos más detallados sobre el cometa. Según el sitio web oficial de la Agencia Espacial Europea (ESA), se estima que el cometa tiene un diámetro de cientos de metros a varios kilómetros. Su velocidad alcanza aproximadamente los 210.000 km/h, lo que la convierte en la velocidad más rápida jamás registrada dentro del sistema solar.
¿Cuál es su origen?
La trayectoria de 3I/ATLAS es extremadamente hiperbólica, lo cual fue confirmado por datos de James Webb publicados a finales de agosto. Debido a su trayectoria y velocidad, el cometa fue rápidamente clasificado como interestelar en julio, clasificación que se ha confirmado varias veces en observaciones posteriores. Su velocidad es mucho mayor que la de los cometas ligados al Sistema Solar, y su órbita muestra que no está ligada gravitacionalmente al Sol.
Para confirmar toda esta información obtenida inicialmente, grupos de astrónomos utilizaron el Telescopio James Webb para observar 3I/ATLAS el 6 de agosto de 2025. Además del Webb, el Telescopio Espacial Hubble y la misión SPHEREx también observaron el cometa, proporcionando información detallada sobre su tamaño, composición física y composición química.
¿Cómo sabemos que es un cometa?
El 3I/ATLAS se clasifica como cometa porque presenta todas las características esperadas de este tipo de objeto. Su composición es rica en hielo y polvo, que, a medida que se acerca al Sol, libera gases y forma una coma alrededor del núcleo. Su movimiento e interacción con la radiación solar también son típicos de los cometas conocidos. Su trayectoria, determinada gravitacionalmente, demuestra que carece de características artificiales.

Se ha comportado exactamente como un cometa, y todas las observaciones confirman que lo es. Otro punto importante es la edad estimada de 3I/ATLAS, que indica que ha estado vagando por el espacio durante miles de millones de años.
Esta larga trayectoria explica tanto su velocidad como su desgaste natural, lo que refuerza la conclusión de que se trata de un objeto natural, no artificial. No hay evidencia que sugiera un origen tecnológico.
¿Podría representar un peligro para la Tierra?
Es importante destacar que el cometa 3I/ATLAS no representa un peligro para la Tierra. Esto se debe a que no se acercará a menos de 240 millones de kilómetros de nuestro planeta y, en su punto más cercano, estará al otro lado del Sol. Esto garantiza que no haya riesgo de colisión. A finales de octubre, pasará al otro lado del Sol, y solo lo volveremos a observar a finales de año.
Desde su descubrimiento, el 3I/ATLAS ha sido monitoreado por varios observatorios y telescopios. Todos los datos recopilados confirman que su órbita se mantiene consistente con las predicciones, lo que refuerza lo hallado en las simulaciones iniciales de julio. Por lo tanto, el cometa sigue siendo un simple objeto de interés científico, pero es completamente inofensivo para la Tierra y los demás planetas del sistema solar.