¿A dónde irá a parar mi basura electrónica?

De seguro en estos momentos estás sosteniendo un teléfono o estás frente a un computador leyendo este artículo. ¿Alguna vez te has preguntado a dónde irán a parar estos dispositivos cuando terminan su vida útil? Aquí encontrarás la respuesta.

basura electrónica
Anualmente se generan millones de toneladas de basura electrónica, siendo reciclada en un muy bajo porcentaje.

Según el informe The Global E-waste Monitor 2020 elaborado por la Global E-waste Statistics Partnership (GESP) , cada año en el mundo se producen más de 50 millones de toneladas (Mt) de desechos electrónicos, siendo reciclados solo el 20% de estos residuos. En el 2019, se generaron 53,6 Mt de basura electrónica, mayormente conformada por pequeños equipos electrónicos como: aspiradoras, equipos de ventilación y juguetes, entre otros. El informe también prevé que la basura electrónica global alcanzará 74 Mt para 2030.

Para crear conciencia ambiental sobre la correcta gestión de los desechos electrónicos es que el 14 de octubre se celebra el Día Internacional del E-waste.

Pero, ¿cuándo se puede hablar de basura electrónica?

Cuando los Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) son descartados por su propietario como desechos sin intención de reutilización, estos pasan a ser RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos), más conocidos como e-waste (Electronic Waste).

En los últimos años, se ha generado un alto grado de dependencia hacia los dispositivos electrónicos, especialmente hacia los smartphones, por el actual estilo de vida del consumidor. Se cree mejor cambiar un teléfono o algún otro electrodoméstico año tras año, en vez de reutilizarlo, debido a los costos del mercado. La tecnología avanza tan rápidamente, que los precios se reducen por minuto.

La ruta del e-waste

Empresas como la estadounidense BAN (Basel Action Network) se dedican a garantizar que los desechos electrónicos se reciclen de manera responsable, y han creado un mecanismo de rastreo del e-waste insertando un chip dentro de ordenadores u otros dispositivos para conocer su destino final. Y ¿qué han descubierto? Algunos centros de reciclaje envían por vía marítima toneladas de desechos electrónicos hacia Hong Kong. Allí se almacenan en tierras de cultivo y se manejan inadecuadamente.

e-waste
Cada año, el e-waste viaja hacia países en desarrollo exponiendo a sustancias peligrosas a numerosas personas.

En la actualidad China es el mayor destino de e-waste del mundo. También países como Nigeria, Ghana y Pakistán permiten la entrada de estos residuos porque el reciclaje clandestino genera ingresos a personas de escasos recursos.

Además del severo impacto ambiental ocasionado por la liberación de sustancias tóxicas, la salud humana se ve expuesta por la manipulación y/o exposición a químicos, como el mercurio, plomo y cadmio. En muchas ocasiones se han reportado enfermedades o muertes a causa del mal procesamiento del e-waste.

Y en Chile...

Según Fundación Chile, en 2017 la generación de residuos electrónicos en el país era de 9,6 kg/hab. Solo el 3,4% de los RAEE son tratados y se estima que para el 2027 generemos 14 kg de chatarra electrónica per cápita. Si para el 2027 no se ha generado un cambio, la cantidad de desechos pudiera aumentar en un 46,5%.

Según estudios recientes de la Universidad de las Naciones Unidas, Chile ocupa el tercer lugar de países generadores de residuos electrónicos en Latinoamérica. En este sentido, la nueva Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (REP) pudiera ser un elemento importante para generar conciencia sobre el e-waste.

Reciclando el e-waste

Para lograr una economía circular en una sociedad sostenible, se deben modificar ciertos procedimientos nefastos. En primer lugar, fomentar el crecimiento de empresas recicladoras de alto compromiso.

En Estados Unidos, Isidore Electronics Recycling lleva a cabo un programa social de reinserción de personas descartadas por la sociedad, para recuperar tanto su valor como el del e-waste.

Unámonos a este empeño por un mundo sostenible.