Cuando los océanos se encuentran y no se mezclan: desmontando el mito

En 2015 se hizo viral en redes sociales un video que aparentemente mostraba el punto de encuentro entre los océanos Atlántico y Pacífico. ¿Dónde fueron capturadas estas imágenes? ¿Cómo se explica este fenómeno? ¿Cuáles son sus consecuencias?

océano
Hace años se hizo viral un video que mostraba el "lugar donde se encuentran los dos océanos". ¿Cómo es posible este fenómeno? ¿Qué ocurre realmente ahí?

El vídeo, que mostraba el encuentro entre dos masas de agua, una de color azul intenso y otra más clara y grisácea, fue publicado en YouTube por su autora en julio de 2015, haciendo referencia al encuentro entre un río y el océano. Sin embargo, horas más tarde fue divulgado en esa plataforma, como el punto de encuentro entre los océanos Atlántico y Pacífico, desatando una ola de especulaciones.

La secuencia original fue grabada a bordo de un ferry en el Estrecho de Georgia, situado en la costa occidental de América del Norte, y muestra la confluencia de las aguas del río Fraser, que atraviesa la isla de Vancouver, con el mar. Luego de la reclamación de los derechos de autor al gigante de los contenidos en vídeo, fueron retiradas las copias etiquetadas falsamente, aunque aún hoy hay quienes insisten en creer tal falacia.

Pero esta no fue la primera vez que se desmontaba el mito del encuentro entre los dos océanos. Dos años antes, en 2013, un periódico de Alaska, The Anchorage Daily News, publicó una nota en la que informaba que una fotografía tomada en el Golfo de Alaska por un profesor de la Universidad de California durante una expedición científica en el 2007, había sido difundida para demostrar la falsa teoría de las aguas oceánicas que “no se mezclan”.

En esta publicación el académico argumentó que la diferencia en color de las masas de agua se debía a su composición, y que aunque retrasa su mezcla, no la impide. Análisis multidisciplinarios del fenómeno permitieron demostrar que los ríos glaciares en el verano arrastran todo tipo de sedimentos que van enriqueciendo la composición de dicha masa de agua, que al entrar en contacto con las corrientes oceánicas comienzan a circular, pudiendo diferenciarse entre sí.

Mirando con lupa el encuentro de dos aguas

Ya desmontado el mito, veamos que sucede cuando el flujo de agua dulce se encuentra con el océano. Este proceso es parte esencial del ciclo del agua de nuestro planeta, y entre los muchos beneficios que aporta está la generación de barreras naturales para impedir que el agua salobre viaje “río arriba”, además de transportar hacia el mar sedimentos y otras sustancias que contribuyen al sustento de las especies marinas.

En las áreas donde las aguas de un río se encuentran con el mar, se generan hábitats para una biodiversidad terrestre y acuática extraordinarias.

Hace poco más de una década, científicos de Estados Unidos dieron a conocer que en el encuentro de aguas de diferentes grados de salinidad se liberaba una gran cantidad de energía, basándose en el estudio de lo que ocurre en las desembocaduras de los ríos que fluyen al mar.

¿Conoces la energía azul?

La energía obtenida de los gradientes naturales de salinidad se conoce como energía azul u osmótica y es una de las menos desarrolladas entre las fuentes renovables. En ese momento se estimó que solo el 10% de la energía recuperada en las desembocaduras de los ríos que existen en la Tierra, podía satisfacer la demanda de electricidad de 520 millones de personas.

Las investigaciones sobre esta fuente de energía azul recibieron un gran impulso el pasado año con la apertura de una planta en el delta fluvial más grande del Mediterráneo, en el río Ródano del sur de Francia. Pero de la energía azul les contaremos más adelante.