¿Debemos esperar una escasez masiva de agua ya en 2030?

La cuenta regresiva ha comenzado. Según un estudio internacional, el mundo se encamina hacia una escasez extrema de agua en la próxima década. Hagamos balance.

“Día cero” cuando el agua potable empieza a escasear: un escenario ya muy real y definido científicamente.
“Día cero” cuando el agua potable empieza a escasear: un escenario ya muy real y definido científicamente.

Con el aumento de las sequías, la perspectiva de escasez de agua ya no es lejana. Según un estudio internacional publicado en 2025 en Nature Communications, una escasez de agua de una magnitud sin precedentes podría afectar a varias regiones del mundo ya en 2030. Las causas: el calentamiento global, el consumo excesivo y la mala gestión de los recursos.

Esta investigación, dirigida por Vecchia Ravinandrasana y Christian Franzke , proporciona por primera vez una estimación científica del surgimiento del fenómeno conocido como “Día Cero”, el momento en el que la demanda de agua excede permanentemente la capacidad de la naturaleza para suministrarla.

¿Qué es exactamente el “Día Cero”?

La sequía de día cero (DZD) se refiere a una situación de escasez extrema de agua, cuando los embalses, ríos y aguas subterráneas ya no pueden satisfacer la demanda humana. En otras palabras, es el punto en el que el agua disponible ya no es suficiente para cubrir las necesidades vitales, agrícolas y económicas de una zona.

El estudio señala que este escenario no es teórico. En 2018, Ciudad del Cabo, Sudáfrica, vio cómo sus reservas de agua alcanzaban un nivel crítico, amenazando a cuatro millones de habitantes. Al año siguiente, la ciudad de Chennai, India, se quedó sin agua, con sus cuatro principales embalses completamente secos.

Estas crisis locales ilustran los ingredientes del "Día Cero": descensos sostenidos de las precipitaciones, debilitamiento de los caudales fluviales, aumento del consumo y sobreexplotación de los recursos hídricos subterráneos.

Los investigadores explican que estas sequías de "Día Cero" no son simples episodios climáticos. Son eventos complejos, donde el clima y las actividades humanas interactúan: varios extremos ocurren simultáneamente y se refuerzan mutuamente.

Una amenaza acelerada por el cambio climático

Para medir la magnitud del riesgo, los científicos utilizaron dos grandes modelos climáticos, el CESM2-LE de Estados Unidos y el CNRM-CM6 de Francia, para simular diferentes trayectorias de calentamiento hasta 2100. Introdujeron un concepto clave: el Tiempo de Emergencia (ToFE), es decir, la primera década en la que estas crisis se vuelven claramente atribuibles a la actividad humana, con una probabilidad superior al 99%.

Los resultados son preocupantes. En el peor escenario posible ( SSP3-7.0 ), el 74 % de las regiones propensas a sequías experimentarán una escasez de agua sin precedentes para finales de siglo, y hasta el 35 % para 2030.

Estas carencias se asocian científicamente con la influencia humana ya a partir de un calentamiento global de +1,5 °C, un umbral que el planeta probablemente alcanzará antes de 2035. En otras palabras, el cambio climático ya está intensificando el ciclo del agua, al aumentar la evaporación, reducir las precipitaciones y debilitar las aguas subterráneas.

Regiones que ya están en primera línea

Las zonas más vulnerables conforman un mapa global de la sed. El estudio identifica varios puntos críticos: la cuenca mediterránea, donde la región de Niza se encuentra entre las más expuestas, el sur de África, la India, el norte de China, el sur de Australia y partes de Estados Unidos, como Chicago, Phoenix, Washington D. C., San Diego y Milwaukee, que podrían verse afectadas antes de 2030.

Aparición global de sequías de "Día Cero" (1900-2100). El mapa (a) muestra la década en la que la escasez extrema de agua se vuelve atribuible al cambio climático antropogénico (FAR ≥ 0,99). Las áreas grises indican aquellas donde no se esperan eventos antes de 2100, y las estrellas negras indican los embalses amenazados. El diagrama (b) ilustra la progresión temporal del fenómeno: una proporción cada vez mayor de tierra experimentará estas crisis ya en las próximas décadas. @ Ravinandrasana & Franzke, 2025.
Aparición global de sequías de "Día Cero" (1900-2100). El mapa (a) muestra la década en la que la escasez extrema de agua se vuelve atribuible al cambio climático antropogénico (FAR ≥ 0,99). Las áreas grises indican aquellas donde no se esperan eventos antes de 2100, y las estrellas negras indican los embalses amenazados. El diagrama (b) ilustra la progresión temporal del fenómeno: una proporción cada vez mayor de tierra experimentará estas crisis ya en las próximas décadas. @ Ravinandrasana & Franzke, 2025.

En total, cientos de millones de personas están amenazadas por esta escasez extrema, incluidos 470 millones que viven en ciudades. El 14% de los principales embalses del mundo podrían secarse por completo dentro del siglo.

El estudio también muestra que estas sequías pueden durar hasta cuatro años, con períodos de respiro cada vez más cortos, lo que limita la capacidad de regeneración de los ecosistemas y las sociedades. Otra lección clave: las presas, a menudo percibidas como soluciones, pueden aumentar la vulnerabilidad. Al crear la ilusión de seguridad hídrica, a veces fomentan el consumo excesivo y retrasan las políticas de adaptación.

Actúa antes de que el agua se convierta en un lujo

Los investigadores señalan que la escasez de agua puede frenarse mediante políticas ambiciosas de reducción de emisiones, una mejor gestión de la demanda e iniciativas locales de adaptación. Entre las medidas a tomar se incluyen la captación de agua de lluvia, la reutilización de aguas residuales, un riego más eficiente, la conservación de aguas subterráneas y la reducción de fugas.

La clave, según Franzke y sus colegas, está en una gobernanza que sea al mismo tiempo global y local, capaz de vincular la política climática, la planificación urbana y la seguridad hídrica.

Sólo adaptando nuestros hábitos y reduciendo nuestras emisiones podremos evitar una crisis masiva, afirma Franzke, autor del estudio.

El "Día Cero" no es una fecha en el calendario, sino una llamada de atención colectiva. Y si bien 2030 puede ser una fecha límite crucial, también puede representar un nuevo comienzo: uno en el que la humanidad se dé cuenta de que el agua es preciosa y de que aún hay tiempo para actuar y cambiar la trayectoria.

Referencia del artículo

Ravinandrasana, VP, Franzke, CLE. La primera aparición de una escasez global de agua sin precedentes en el Antropoceno. Nat Commun 16, 8281 (2025). https://doi.org/10.1038/s41467-025-63784-6