¿Dónde está el registro meteorológico más antiguo del mundo?
Más allá de los satélites modernos, la climatología se sustenta en siglos de registros manuales. Analizamos la disputa histórica entre Uppsala, el Reino Unido y la red Medici por el título de registro más antiguo.

En tiempos donde fenómenos como El Niño, la MJO o las bajas segregadas se siguen en tiempo real con satélites, solemos olvidar que gran parte de lo que sabemos sobre el clima nació en simples cuadernos de papel, escritos hace siglos.
Responder a la pregunta sobre "¿cuál es el observatorio meteorológico más antiguo?", no es tarea sencilla. La respuesta varía drásticamente si hablamos de un edificio físico o de una serie de datos ininterrumpida. En este contexto, tres gigantes históricos se disputan el podio en la meteorología mundial.
El récord de la serie continua: Central England Temperature (CET)
Si nos ceñimos estrictamente a la serie continua de datos más extensa que existe, el récord mundial se queda en el Reino Unido. Se trata de la serie de temperatura Central England Temperature (CET).
La CET es una serie compuesta, construida, promediando datos de múltiples estaciones en un triángulo geográfico entre Lancashire, Londres y Brístol. Aun cuando no es una estación única, es clave para entender la variabilidad climática regional de los últimos tres siglos.
Uppsala: la estación más antigua
Cuando buscamos el registro continuo proveniente de un único punto geográfico fijo, debemos mirar al Observatorio de Uppsala, en Suecia. Sus mediciones instrumentales comenzaron alrededor de 1722, precediendo a otros registros famosos como el del Clementinum en Praga.

La historia de Uppsala está ligada a un nombre muy conocido en meteorología: Anders Celsius. En este observatorio, el físico y astrónomo sueco presentó en 1742 su famosa escala de temperatura que, curiosamente, al principio estaba invertida: el 0 marcaba la ebullición y el 100 la congelación.
El Observatorio de Uppsala fue fundado oficialmente en 1741 por Celsius, quien también fue su director. Allí, Celsius no solo midió la temperatura, sino que también monitoreó la presión, el magnetismo y las auroras boreales, estableciendo una tradición de datos sistemáticos que resulta vital en la actualidad.
Los precursores en el corazón de Europa
La Red Medici (1654-1670): mucho antes, en Italia, se realizaron las primeras observaciones instrumentales regulares de la historia. Con su "Pequeño Termómetro Florentino", esta red operaba con once estaciones (destacando Florencia y Vallombrosa) y tomaba lecturas cada 4 horas. Aunque no es una serie continua hasta hoy, fue el primer intento de estandarización.
Praga-Klementinum (1775): para entender el clima lejos del océano, el Observatorio del Clementinum en Praga es la referencia. Mantiene la serie de estación única más antigua de Europa central, fundamental para analizar el clima continental sin la influencia marítima directa.
¿Por qué son vitales estos datos hoy?
Estos registros históricos son la herramienta que permite a los científicos validar los modelos climáticos actuales. Al comparar las lecturas de Uppsala o la serie CET con las actuales, podemos distinguir con mayor precisión qué parte del calentamiento global observado corresponde a la variabilidad natural y cuál es consecuencia directa de la era industrial.
Sin la meticulosidad de Anders Celsius y de los observadores del siglo XVIII, nuestra comprensión del clima futuro sería mucho más incierta.

En nuestro país, la Estación Quinta Normal, ubicada en dependencias de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) en Santiago, fue reconocida por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) como una Estación de Observación Centenaria, por su ininterrumpido aporte a la observación meteorológica desde finales del 1800 y por haber conservado siempre su emplazamiento original.