
Aunque el número total de heladas ha disminuido en varias regiones del mundo, su impacto en la agricultura y en la vida cotidiana sigue siendo relevante. Te contamos qué tipos existen y por qué los agricultores les temen tanto.
Meteorólogo (BS) de la Universidad de Valparaíso, MSc en Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Chile, Diplomado en Comunicación Científica de la Universidad de Chile y Diplomado en Meteorología Operacional de la Escuela Técnica Aeronáutica.
En la Dirección Meteorológica de Chile, pertenece a la Oficina de Servicios Climáticos y es responsable del pronóstico estacional, el monitoreo climático de cada mes y la presentación mensual del estado del clima en Chile.
Además, enseña Dinámica Atmosférica y Meteorología Sinóptica en la Escuela Técnica Aeronáutica y la Universidad Católica de Chile. Como investigador, su área de interés son los sistemas de precipitación que afectan a Chile, con énfasis en los ríos atmosféricos y las bajas segregadas y la variabilidad natural del clima.
Como comunicador científico, es editor y redactor del Blog Oficial del Servicio Meteorológico de Chile, tiene un blog personal de publicaciones sobre meteorología y creador del programa de podcast “Despejados”. Por último, es embajador del sector público en el grupo de trabajo Committee on Hispanic and Latinx Advancement (CHALA) de la American Meteorological Society y participante del grupo de trabajo ERFEN.
Aunque el número total de heladas ha disminuido en varias regiones del mundo, su impacto en la agricultura y en la vida cotidiana sigue siendo relevante. Te contamos qué tipos existen y por qué los agricultores les temen tanto.
La demanda evaporativa atmosférica (AED) o "sed atmosférica", exacerbada por el calentamiento global, está provocando que la atmósfera extraiga más humedad del suelo y la vegetación, intensificando las sequías en el mundo.
Los spotters, son personas comunes que han recibido formación específica para reconocer señales de tiempo severo y comunicarlas de forma efectiva. Su participación en la emisión de alertas de tiempo severo en Estados Unidos es de vital importancia.
Desde 2010, la megasequía ha marcado el clima de Chile central. Aunque en los últimos años las lluvias han dado un respiro, el déficit hídrico persiste al analizar periodos más largos. ¿Estamos realmente saliendo de este fenómeno extremo?
La oscilación tropical se mueve de oeste a este en el planeta, llevando nubes y precipitación, pero también condiciones secas y ventosas. Estas últimas pueden exacerbar los incendios forestales en las latitudes medias.
En la Patagonia, y en ciudades como Punta Arenas, el viento controla fuertemente las precipitaciones y la temperatura a lo largo del año. Tanto en la escala sinóptica como en la escala climática.
En las últimas semanas, mientras el Pacífico ecuatorial central se calentaba, la costa sudamericana se enfriaba rápidamente. El eventual Niño costero, del que incluso hubo un estado de alertas de vigilancia, se esfumó por completo.
Creadas en 2017, se han convertido en un icono adoptado globalmente como símbolo del calentamiento del planeta. Ahora incluyen información de los océanos y la estratósfera.
Los overshooting tops pueden ser muy imporantes desde la perspectiva de la meteorología satelital y la predicción de corto plazo ya que suelen indicar la ubicación del núcleo de una tormenta y su actividad.
El nombre informal del fenómeno que deja sin precipitaciones a Santiago mientras las zonas cercanas reciben lluvias abundantes, surgió de una broma entre meteorológos y ahora se ha hecho popular.
Propuesta del gobierno de Trump para el próximo año rebaja en 20% el presupuesto de la NASA y en un 27% el de la NOAA, que monitorea el clima terrestre y realiza pronósticos meteorológicos.
En Estados Unidos, un grupo de investigadores, analizaron qué interpreta la gente cuando el servicio meteorólogico usa las diferentes alertas de calor. Los resultados sugieren que hay cosas que cambiar.
El evento La Niña ha concluido oficialmente, dejando un Pacífico ecuatorial en transición. Mientras el océano muestra signos de neutralidad, las anomalías atmosféricas aún reflejan su impacto, marcando un legado climático de cambios y desafíos en la región.
Tomando datos satelitales y modelos informáticos, un estudio determinó que las diferencias de temperatura en el suelo están ayudando a que las tormentas duren más y descarguen más precipitaciones.
A 10 años de la tormenta de Atacama, hemos visto como eventos similares se han repetido alrededor del mundo. Pero ahora tenemos los elementos que pueden ayudar a predecirlos de mejor manera.
Cuanto más se caliente el planeta más probable es que las lluvias se vuelvan intensas y que, en un corto tiempo, puedan ser capaces de producir inundaciones.
Una nueva investigación muestra que las áreas nubladas sobre los océanos están reflejando menos luz solar al espacio que antes, lo que suma más calor al que ya se está quedando en el planeta debido al aumento de los gases de efecto invernadero.
El pronóstico de neutralidad en el Pacífico central para este otoño e invierno agrega un grado de complejidad adicional a las predicciones estacionales de precipitación en Chile central.
Lo que ocurra en el futuro en el Pacífico tropical es clave para conocer el comportamiento de la lluvia en diversas partes del mundo, pero hasta ahora, los modelos climáticos carecen de consenso. Un nuevo estudio podría ser clave para mejorarlos.
A pesar de las expectativas de que el calentamiento del agua alrededor de la Antártica aceleraría la corriente, las observaciones muestran una estabilidad inusual en su fuerza, lo que en el futuro podría transformarse en su desaceleración.