El inesperado vínculo entre los virus respiratorios y la reaparición del cáncer de mama

Investigadores han descubierto que infecciones respiratorias comunes pueden "despertar" células de cáncer de mama latentes en los pulmones, promoviendo la aparición de metástasis. Este hallazgo podría tener importantes implicancias en el seguimiento y tratamiento de pacientes en remisión.

Vacunarse y prevenir infecciones: un nuevo frente en la lucha contra el cáncer.

Un estudio ha sacudido al mundo científico al revelar que infecciones respiratorias comunes, como la influenza o el SARS-CoV-2 (COVID-19), pueden reactivar células cancerosas latentes en los pulmones de personas que han superado un cáncer de mama. Estas células, conocidas como células diseminadas cancerosas (DCCs, por sus siglas en inglés), pueden permanecer inactivas durante años tras el tratamiento del tumor primario. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, pueden "despertar" y formar metástasis, complicando gravemente el pronóstico del paciente.

El estudio titulado "Respiratory viral infections awaken metastatic breast cancer cells in lungs", fue publicado el pasado 30 de julio del presente año.

El hallazgo no solo es relevante por su impacto clínico, sino también por abrir una nueva línea de investigación sobre cómo la respuesta inflamatoria del cuerpo ante una infección puede alterar el comportamiento de células tumorales dormidas. Aunque la idea de que el sistema inmunológico pueda influir en el desarrollo del cáncer no es nueva, este estudio ofrece evidencia clara y alarmante de un mecanismo específico que conecta a los virus respiratorios con la reactivación tumoral.

¿Qué encontraron los científicos?

El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Colorado en Estados Unidos y colaboradores internacionales, combinó modelos animales con datos epidemiológicos humanos. En ratones con células de cáncer de mama latentes en los pulmones, la infección con virus respiratorios provocó una rápida proliferación de estas células. En apenas dos semanas, el número de células metastásicas aumentó entre 100 y 1.000 veces.

pulmón y representación gráfica de virus
Al luchar contra una infección, el sistema inmune libera una molécula capaz de reactivar células cancerígenas dormidas.”

El culpable principal parece ser una molécula llamada interleucina-6 (IL-6), una citocina proinflamatoria que el cuerpo libera como parte de su respuesta inmune ante infecciones. La IL-6 induce cambios en las células tumorales que las sacan de su estado de latencia y las impulsa a dividirse nuevamente. Al mismo tiempo, las infecciones modifican el entorno inmunológico del pulmón, favoreciendo que estas células escapen de la vigilancia inmunitaria.

Los investigadores también analizaron grandes bases de datos de pacientes con antecedentes de cáncer. En el UK Biobank, las personas con cáncer que se infectaron con COVID-19 presentaron un riesgo de muerte por cáncer significativamente mayor que quienes no lo contrajeron. En la base de datos Flatiron Health, en Estados Unidos, las pacientes con cáncer de mama que tuvieron COVID-19 mostraron entre 44% y 50% más riesgo de desarrollar metástasis pulmonares.

¿Qué significa esto para quienes han superado un cáncer?

Estos hallazgos plantean importantes preguntas para el seguimiento y cuidado de personas que han superado el cáncer de mama. Si las infecciones respiratorias pueden reactivar células cancerosas dormidas, ¿cómo podemos prevenir este fenómeno?

Una de las recomendaciones más directas que sugieren los investigadores es reforzar las estrategias de vacunación. La inmunización contra la gripe estacional y el COVID-19 podría tener beneficios no solo en la prevención de la infección, sino también en la reducción del riesgo de recaídas oncológicas. Además, se plantea investigar tratamientos que bloqueen la IL-6 o interfieran con las vías inflamatorias asociadas, como posibles terapias preventivas en pacientes en remisión.

Aunque aún se necesitan ensayos clínicos para confirmar estos beneficios, la idea de tratar el cáncer no solo atacando las células tumorales activas, sino también controlando su entorno inflamatorio, cobra fuerza con estos nuevos datos.

El mensaje para quienes han pasado por un tratamiento exitoso contra el cáncer de mama no debe ser de alarma, sino de vigilancia informada. Este estudio no implica que toda infección respiratoria causará una recaída, pero sí sugiere que existe un vínculo que merece atención, especialmente en contextos de vulnerabilidad inmunológica.

Las visitas de seguimiento con oncólogos y médicos generales pueden incluir ahora preguntas sobre enfermedades respiratorias recientes, vacunación y, eventualmente, monitoreo de marcadores inflamatorios. La buena noticia es que, al conocer mejor estos mecanismos, la medicina se acerca a formas más precisas y personalizadas de prevención.

Referencias de la noticia

- Chia, S.B., Johnson, B.J., Hu, J. et al. Respiratory viral infections awaken metastatic breast cancer cells in lungs. Nature (2025).