¿Es bueno ponerle ropa a los perros en los meses fríos? Cuándo y cómo abrigar a tu mascota

    Aunque nuestros compañeros caninos tienen su "abrigo" natural, a veces es necesario un poco de ayuda contra el frío. Descubre cuándo una prenda extra puede ser una aliada y cómo elegirla correctamente

    Perrito con frazada
    Para algunos perros, las bajas temperaturas pueden ser tan incómodas como para nosotros. Por eso es necesario saber cuándo abrigarlos y cómo hacerlo correctamente para cuidar su bienestar.

    El invierno se aproxima. Sus paisajes nubosos y el aire gélido nos invitan a acurrucarnos junto a la estufa.

    Mientras nosotros desempolvamos bufandas y gorros, la pregunta sobre si nuestros fieles amigos de cuatro patas necesitan una ayuda extra para combatir el frío invernal resuena en muchos hogares.

    ¿Es solo una moda o una necesidad real? La respuesta, como a menudo sucede en el mundo animal, tiene matices y depende de varios factores que vale la pena explorar para garantizar el confort y la salud de nuestros peludos y peludas.

    Pelajes diversos, necesidades distintas: la clave está en la raza y el tamaño

    Los humanos no somos los únicos que sentimos el impacto del frío en invierno. Aunque los perros tienen su propio "sistema de calefacción natural" gracias a su pelaje, no todos cuentan con el mismo aislamiento.

    Algunas razas como los huskies o malamutes están perfectamente adaptadas a climas extremos gracias a sus densos mantos dobles.

    Sin embargo, otros perros, como los chihuahuas o galgos, tienen capas de pelo mucho más delgadas que apenas les sirven de abrigo en temperaturas bajas.

    El tamaño también importa: los perros pequeños, con cuerpos más cercanos al suelo, pierden calor rápidamente.

    Además, los perros mayores o con problemas de salud, como hipotiroidismo o enfermedades que afectan el crecimiento del pelo, pueden requerir una capa extra para mantenerse cómodos.

    Señales de que tu perro tiene frío (y no es solo drama)

    Los perros no pueden pedir un chaleco o polerón, pero su comportamiento a menudo lo dice todo. Si tu mascota tiembla, se encorva o busca refugio constantemente, es una clara señal de que necesita más calor.

    Según explica Jacqueline Boyd, experta en ciencia animal de la Nottingham Trent University en un artículo en The Conversation, otros signos de incomodidad incluyen patas frías, letargo o una renuencia a salir de casa.

    Perrito buscando abrigo
    Incluso los perros acostumbrados a la comodidad de un hogar cálido pueden mostrar signos de frío cuando las temperaturas bajan.

    En estos casos, una prenda abrigada puede ser justo lo que necesita para enfrentar los paseos invernales. Pero un abrigo mal elegido puede causar irritaciones, estrés o incluso hipertermia.

    Según un artículo del sitio web especializado en cuidado de mascotas PetMD, estos son los tips infalibles para elegir la mejor prenda para tu mascota:

    • Fijarse en los materiales: Mejor algodón o fibras lavables que lana pura (puede picar).

    • Ojo con la talla: Mide su cuello, pecho y lomo. Que no apriete ni sobre demasiado tela.

    • Diseño simple: Sin botones o adornos que puedan tragarse. Y nada de pantalones (¡los perros no los necesitan!).

    Al respecto Boyd aclara que "la ropa debe ser funcional, no un disfraz". Si el perro se resiste, usa refuerzos positivos: premios y mucha paciencia.

    Cuando el abrigo es contraproducente

    Vestir a un pastor alemán en Santiago o a un labrador en Concepción puede ser un error. Aunque algunos perros se benefician del calor adicional, abrigarlos cuando no es necesario puede ser igual de problemático.

    El sobrecalentamiento es tan peligroso como el frío. Además, la ropa mal ajustada favorece hongos y parásitos.

    Nuestros hábitos también influyen en cómo nuestros perros perciben el frío. Un perro que vive en el exterior o está acostumbrado a los cambios bruscos de temperatura desarrollará una mayor tolerancia.

    Pero si nuestro compañero peludo disfruta de la calefacción central y una cama mullida, es probable que sienta mucho más el contraste al salir a la calle en un día gélido y húmedo.

    Al final, abrigar a un perro no se trata de humanizarlo, sino de entenderlo. Como esos días en que el frío nos cala los huesos y agradecemos un buen chaleco, algunos peludos merecen ese mismo cuidado.

    Si la naturaleza no les ha dado las herramientas para sobrevivir al invierno, nosotros podemos compensarlo, siempre con medida y cariño.

    Observar sus señales, conocer su raza y sus necesidades individuales nos guiará para tomar la mejor decisión y, en definitiva, seguir demostrándoles ese amor incondicional que ellos nos regalan cada día, haga frío o calor.

    Fuentes y referencia de la noticia:

    - PetMD editorial. (2011). Do Dogs Need Sweaters in Winter?. Publicado en el blog de PetMD.

    - Jacqueline Boyd. (2024). Five reasons your dog might really benefit from canine clothing. The Conversation.

    - Escuela de postgrado veterinaria. (2023). Vestir a los perros: ¿buena o mala decisión?. Publicado en el blog de la institución.