¿Existe la consciencia después de la muerte? Estudios iniciales basados en la física cuántica revelan que es posible
Varios científicos están abordando este tipo de estudio mediante el método científico. La clave para comprenderlo reside precisamente en la física cuántica.

La cuestión de la persistencia de la consciencia después de la muerte es una de las más fascinantes y controvertidas que la humanidad ha enfrentado. Es un tema que entrelaza la ciencia, la filosofía y la espiritualidad, generando un intenso debate entre investigadores, pensadores y creyentes.
En las últimas décadas, se han realizado diversos estudios científicos que han investigado la posibilidad de la consciencia post mortem, analizando sus resultados, limitaciones e implicaciones.
¿Existe la conciencia después de la muerte?
Desde una perspectiva científica, la consciencia se considera generalmente un producto de la actividad cerebral. La muerte cerebral, definida como el cese irreversible de la función del tronco encefálico, se considera tradicionalmente el fin de la consciencia.
Sin embargo, algunos fenómenos y estudios han cuestionado esta visión, sugiriendo que la conciencia puede, en ciertos casos, manifestarse de maneras que desafían las explicaciones materialistas.
Las principales líneas de investigación se centran en las experiencias cercanas a la muerte (ECM) y en las teorías que vinculan la conciencia con los procesos cuánticos.
Experiencias cercanas a la muerte: ¿una ventana a la conciencia?
Las experiencias cercanas a la muerte (ECM) han sido reportadas por personas que experimentaron un paro cardíaco o una experiencia cercana a la muerte, pero que posteriormente fueron reanimadas.
Estas experiencias suelen incluir visiones de túnel, luces brillantes, sentimientos de paz o experiencias extracorporales (EFC), en las que los pacientes informan observar su propio cuerpo o entorno desde fuera.
El cardiólogo holandés Pim Van Lommel realizó un estudio histórico, publicado en 2001 en La revista Lancet: "Experiencia cercana a la muerte en sobrevivientes de un paro cardíaco: un estudio prospectivo en los Países Bajos".
Van Lommel planteó la hipótesis de que la consciencia podría no depender completamente del cerebro, lo que sugiere una posible naturaleza "no local". Sin embargo, el estudio no demuestra la persistencia de la consciencia después de la muerte, sino que estas experiencias son fenómenos sumamente complejos que requieren mayor investigación.
Los estudios de Sam Parnia
Otra contribución significativa proviene del proyecto AWARE (Conciencia durante la Reanimación), dirigido por Sam Parnia. Publicado en 2014 en Resuscitation, el estudio analizó a pacientes reanimados tras un paro cardíaco y halló que aproximadamente el 2 % reportó experiencias conscientes durante el período de muerte clínica.
Un caso sorprendente fue el de un paciente que describió con precisión detalles visuales y auditivos del entorno hospitalario, a pesar de la ausencia de actividad cerebral detectable.
A pesar del atractivo de estos estudios, la comunidad científica se muestra escéptica. Críticos como Susan Blackmore (Frontiers in Psychology, 2018) argumentan que las experiencias cercanas a la muerte pueden explicarse por mecanismos neurofisiológicos, como la anoxia cerebral, la liberación de endorfinas o la hiperactividad de la corteza prefrontal y el lóbulo temporal.
Además, la distorsión temporal percibida en estados de estrés extremo puede hacer que las experiencias parezcan ocurrir durante la muerte, cuando en realidad ocurren durante la reanimación.
La teoría de la superconciencia de Manuel Sans Segarra
Manuel Sans Segarra, reconocido cirujano español y exjefe de Cirugía Digestiva, ha dedicado más de veinte años al estudio científico de las experiencias cercanas a la muerte, lo que le ha llevado a explorar la frontera entre la vida y la muerte.

En su libro La Supraconciencia Existe - La Vida Más Allá de la Vida, Sans Segarra introduce el concepto de supraconciencia, una forma de conciencia no local que trasciende el cuerpo físico y no está limitada por el espacio y el tiempo tal como los conocemos.
Sans Segarra combina rigor científico y apertura espiritual, buscando demostrar que la muerte no representa el fin, sino una transformación hacia otra dimensión de la existencia. Sus ideas han atraído la atención de figuras prominentes como el papa Francisco y el Dalái Lama, con quienes ha dialogado sobre la conexión entre ciencia y espiritualidad.
Su obra nos invita a reconsiderar el misterio de la vida después de la muerte, proponiendo una visión en la que, la conciencia sobrevive, ofreciendo nuevas perspectivas sobre una de las grandes preguntas de la humanidad.