¡Rayos y pandemia! Disminución de actividad eléctrica en Italia

¿Qué tanto influyó la pandemia sobre la actividad eléctrica en el Valle del Po, Italia? Una reciente investigación nos otorga respuestas contundentes. Te invitamos a aprender más al respecto.

Mujer mirando un rayo por la ventana
Una reciente publicación nos revela la relación entre la actividad eléctrica y la inesperada pandemia por COVID-19.

Y otra vez, la Naturaleza nos enseña lo cíclica que puede llegar a ser. Una reciente investigación publicada en la revista Atmospheric Research (AR) nos da a conocer la relación que existe entre la actividad eléctrica relacionada a los rayos en la atmósfera y la aparición de la pandemia por COVID-19.

La relación entre la concentración de aerosoles y los rayos es compleja. Los aerosoles pueden actuar como núcleos de condensación de nubes, contribuyendo a la formación de gotitas de agua. Sin embargo, el equipo de investigación advierte que se requieren más mediciones para llegar a mejores conclusiones.

El estudio se realizó en el Valle del Po (Italia), una zona sumamente industrializada, la cual debido al COVID-19 se vio afectada teniendo que cerrar sus puertas. La reducción de estas actividades y la movilidad de las personas, coincidió con un descenso significativo de las concentraciones de contaminantes y rayos.

¿Cuáles son las principales conclusiones de esta investigación? La aparición del COVID-19 coincidió con una drástica reducción de los rayos. La disminución de la actividad eléctrica en las nubes llegó hasta el 70%. Además, la concentración del Material Particulado 2.5 (MP2.5), en los días de tormenta, tuvo un descenso del 15% sobre el Valle del Po, respecto a la media climatológica.

Siguiendo esta línea, el equipo de investigación presenta que la disminución observada de la actividad de los rayos se atribuye, en torno a un 60%, a la meteorología. Otro 40% lo relacionan a la disminución de las emisiones de aerosoles.

La investigación también presenta una correlación positiva entre la actividad de los rayos en el Valle del Po y la concentración baja a moderada de MP2.5. Sumado a ello, se observó una correlación negativa para las altas concentraciones de MP2.5 y la presencia de actividad eléctrica.

¿Sabes cómo se forma una tormenta eléctrica?

Las condiciones meteorológicas que conducen a la formación de tormentas incluyen varios ingredientes. Imagina que estamos cocinando una rica cazuela que si o si requiere de los elementos esenciales para que la disfrutemos. Por ende, para que estemos en presencia de una tormenta eléctrica, debe ocurrir lo siguiente.

Primero, convergencia, actividad frontal o elevación orográfica. Segundo, condensación en niveles de temperatura superior al punto de congelación en nubes convectivas que se extienden a niveles con temperaturas por debajo del punto de congelación. Tercero, aire húmero ascendente que llega al nivel de convección libre por debajo de los 500 hectopascales (5.500 metros sobre el nivel del mar). Y, cuarto, enfriamiento en altura, lo que contribuye a la corriente descendente de aire frío, manteniendo el movimiento del aire.