Un virus amenaza a las abejas del mundo y lo estudian en profundidad desde Sudamérica

En Argentina lograron secuenciar por primera vez el genoma completo del virus de alas deformadas, una acción clave para proteger la salud global de las colmenas

Abeja
Aunque el trabajo se realizó en Argentina, el virus —conocido como DWV, por su sigla en inglés— está presente en apiarios de todo el mundo y representa una preocupación creciente para apicultores y científicos por igual.

Hay momentos en que lo que ocurre en un rincón del mapa ayuda a entender un fenómeno que atraviesa continentes.

En Entre Ríos, una provincia del noreste argentino con tradición apícola, un grupo de investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se propuso estudiar a fondo una de las mayores amenazas silenciosas para las abejas: el virus de alas deformadas.

Por primera vez en ese país sudamericano se logró secuenciar por completo el genoma de este patógeno.

Este avance permitirá investigar su comportamiento, anticipar sus efectos y proteger a las colmenas, que son parte esencial del equilibrio ecológico y de la seguridad alimentaria a nivel global.

Cuando las abejas no pueden volar

Ver una abeja arrastrarse sin poder despegar del suelo puede parecer un detalle menor. Pero si sus alas están arrugadas, cortas o deformadas, probablemente no se trate de un caso aislado.

Un pequeño cuerpo inmóvil puede ser la señal de que algo anda mal en toda la colmena. Eso es justamente lo que provoca el virus de alas deformadas (DWV, por su sigla en inglés).

Abejas que nacen sin la posibilidad de volar, tendrán una vida mucho más corta de lo normal. Y cuando el virus se extiende sin control, la colonia comienza a debilitarse, a perder obreras, hasta que ya no puede sostenerse y se viene abajo.

En el estudio realizado por el INTA en Entre Ríos, se detectó este virus en casi dos tercios de las colmenas analizadas. De 145 colmenas, 90 dieron positivo. Pero no todas estaban igual de expuestas.

Las que siguen un manejo migratorio —es decir, se trasladan de un lugar a otro según la floración— mostraron una mayor prevalencia.

Según explica un comunicado oficial del INTA, un 86% estaban infectadas y muchas eran clasificadas como débiles. En cambio, las colmenas estacionarias —las que no se mueven— presentaron menos casos y un estado general más fuerte.

Un intruso que empeora la situación

Hay otro actor en esta historia que se ha colado en las colmenas de casi todo el mundo sin ser bienvenido.

Un ácaro diminuto, pero peligroso, llamado Varroa destructor. Se mete entre las abejas, se alimenta de ellas y, lo más grave, les pasa este virus.

Este parásito funciona como un puente para el DWV. Debilita a las abejas desde adentro y deja la puerta abierta para que el virus se instale con fuerza.

Manejo de colmenas
Tener colmenas fuertes y bien manejadas es una buena práctica necesaria que puede hacer la diferencia entre una temporada productiva y una pérdida total.

En condiciones ideales, las abejas pueden convivir con el DWV sin enfermarse. Pero cuando hay Varroa, mala alimentación, falta de flores o estrés ambiental, el equilibrio se rompe. Y la enfermedad se hace visible.

Detrás del microscopio, una buena noticia

No todo son “malas nuevas”. La gran novedad del estudio argentino es que, por primera vez en el país, se logró secuenciar el genoma completo del virus DWV.

“El conocimiento que obtuvimos con este estudio es clave para proteger a las abejas, que son fundamentales para la producción de miel y también para la polinización de cultivos”.

Fernanda González, especialista del Instituto de Virología del INTA.

La investigadora del INTA agrega que esto abre la puerta a nuevas investigaciones, mejores diagnósticos y posibles estrategias para frenar su avance.

Este estudio, aunque localizado en el corazón productivo de Argentina, ofrece datos valiosos para comprender un problema que afecta a colmenas en todo el mundo.

Al secuenciar el virus y conocer su comportamiento en distintos contextos, la ciencia aporta herramientas concretas para enfrentar una amenaza que no respeta fronteras.

Referencias de la noticia

- INTA. (2025). Caracterizan un virus que afecta a las abejas. Publicado en la web INTA informa.