Empanadas chilenas: receta tradicional y los mejores rellenos para Fiestas Patrias
Doradas por fuera, jugosas por dentro y cargadas de historia, las empanadas además de alimentar el cuerpo, también evocan recuerdos de infancia, con rellenos que van desde la carne al jurel.

Septiembre en Chile huele a cueca, a asados, a chicha… pero, sobre todo, a empanadas recién horneadas.
Este plato, de raíces coloniales y profundas en la cultura popular, se ha convertido en uno de los símbolos más potentes de las Fiestas Patrias.
En cada mordisco se esconde un pedacito de Chile: desde la tradición campesina que amasó sus primeras masas con harina y manteca, hasta las innovaciones actuales que incorporan ingredientes inesperados.
La empanada como protagonista
La empanada de pino al horno es la protagonista absoluta de las mesas dieciocheras.
Su relleno de carne, cebolla, huevo duro y aceituna negra es casi un ritual. Algunos defienden con pasión la versión con pasas; otros prefieren omitirlas, pero todos coinciden en que el secreto está en el equilibrio perfecto entre masa y pino.

Sin embargo, Chile es diverso y sus empanadas también lo son, destacando algunas de ellas que deleitan paladares todo el año:
Empanada de mariscos: nacidas en las caletas y pueblos costeros, se rellenan con locos, machas, jaibas o mezclas marinas que impregnan la masa con sabor a mar.
Empanada frita de queso: populares en el campo y la playa, crujen al primer bocado y conquistan a grandes y chicos. Ideales para acompañar una vez dieciochera.
Empanadas de mechada con queso: una innovación que ya se volvió tradición moderna, con la carne deshilachada que se funde con queso mantecoso.

Empanada de jurel frita: también un clásico que mezcla el típico jurel tipo salmón (San José) con cebolla, huevo y aceitunas. Un manjar perfecto para cualquier ocasión.
Empanada de humita o choclo: receta vegetariana que rescata lo mejor del maíz, tan propio de la cocina chilena.
La riqueza de las empanadas está en su capacidad de adaptarse, manteniendo siempre su esencia: la masa bien trabajada y horneada, que guarda y resguarda el tesoro del relleno.
Receta tradicional: Empanada de pino al horno
Ingredientes para la masa (10 unidades):
-1 kilo de harina sin polvos de hornear
-150 g de manteca (puede ser manteca de cerdo o mantequilla)
- 2 tazas de agua tibia con 1 cucharadita de sal disuelta
- 1 huevo (para pincelar)
Ingredientes para el pino:
- 500 g de carne picada (posta o asiento)
- 1 kilo de cebolla en pluma fina
- 2 cucharadas de ají de color
- 1 cucharada de comino
- Sal y pimienta al gusto
- Aceitunas negras
- 2 huevos duros en rodajas
- Opcional: pasas rubias
Preparación:
Lo primero, es sofreír la cebolla a fuego medio con un poco de aceite hasta que esté transparente. Agregar la carne, el ají de color, comino, sal y pimienta. Cocina hasta que el pino quede jugoso. Dejar enfriar.
Para la masa, mezcle la harina con la manteca derretida y agregue poco a poco el agua con sal, amasando hasta lograr una masa suave y elástica. Reposar por 30 minutos.

Estirar la masa y cortar discos de unos 20 cm. Rellenar con 2 cucharadas de pino, un trozo de huevo duro, una aceituna (y una pasa, si quieres).
Doblar en forma de medialuna y sellar los bordes, para luego pincelar con huevo batido (opcional) y hornear a 200 °C durante 20–25 minutos, hasta que estén doradas.
Estas empanadas son el alma de la celebración: se disfrutan recién salidas del horno, con un buen vino tinto, una copa de chicha o, si gusta, un tecito, y por supuesto, que junto a un infaltable pebre o chancho en piedra para que la experiencia sea única y bien chilena.
Hablar de empanadas es hablar de Chile. Ya sea con el relleno clásico de pino o con versiones más creativas, este plato siempre será un puente entre tradición y modernidad, entre pasado y presente.
En estas Fiestas Patrias, la mejor invitación es a reunirnos en torno a una empanada humeante, compartir un brindis y recordar que la gastronomía también es parte de nuestra identidad.