Cómo cuidar el Anturio: la planta de interior más llamativa, resistente y fácil de mantener

Con flores duraderas y hojas brillantes, el anturio es ideal para decorar interiores. Aprende a cuidarlo correctamente y disfruta su belleza todo el año sin complicaciones.

anturio rojo
La belleza del anturio: flores cerosas y hojas intensas que transforman el ambiente del hogar.

El anturio (Anthurium andraeanum) destaca entre las plantas de interior por su apariencia exótica, su resistencia y su facilidad de adaptación a espacios cerrados. Sus hojas de un verde profundo y sus inflorescencias brillantes, en tonos como rojo, rosa, blanco o púrpura, lo transforman en una opción ideal para dar color y vitalidad al hogar durante todo el año.

Originario de las selvas tropicales de América Central y del Sur, este miembro de la familia de las aráceas ha conquistado a jardineros y aficionados por igual. Además de su valor ornamental, el anturio es símbolo de hospitalidad y abundancia, y es muy utilizado en regalos y arreglos florales. Lo mejor: es mucho más fácil de cuidar de lo que parece.

¿Dónde ubicarlo? Luz y temperatura ideal

Aunque tolera espacios con luz media, el anturio florece mejor en ambientes con buena luz indirecta. Un lugar cerca de una ventana luminosa, pero sin sol directo, es ideal.

variedad de anturio
Aunque el más popular es el anturio rojo, hoy existen numerosas variedades de distintos colores.

Si la luz es muy escasa, las hojas pueden perder brillo y la planta dejará de producir flores. Respecto a la temperatura, se siente cómodo en un rango entre los 18 y 25 °C. No tolera bien los cambios bruscos ni las corrientes de aire, así que conviene alejarlo de puertas, ventanas abiertas o salidas de aire acondicionado.

Riego y humedad: el equilibrio perfecto

El anturio necesita un riego moderado y un ambiente húmedo para lucir sus hojas brillantes y florecer con regularidad. Evita el encharcamiento regando cada 5 a 7 días en verano y cada 10 a 15 días en invierno, dejando que la capa superficial del sustrato se seque ligeramente antes del siguiente riego. Utiliza agua a temperatura ambiente y, de ser posible, sin cloro, y asegúrate de que la maceta drene bien para que el exceso de agua no se acumule en el fondo.

humedad anturio
La humedad constante es clave: ayuda a que las hojas del anturio mantengan su brillo y eviten puntas secas.

Para recrear su ambiente tropical, mantén la humedad ambiental por encima del 60 %. En meses de calefacción o climas secos, pulveriza las hojas (nunca las flores) con agua limpia. Agrupar el anturio junto a otras plantas también favorece un microclima más húmedo y estable.

¿Cómo lograr que vuelva a florecer?

Si tu anturio ha dejado de florecer, no te preocupes: es posible estimularlo para que lo haga nuevamente. Primero, asegúrate de que recibe luz suficiente (sin sol directo), y que el sustrato es el adecuado: suelto, con buena aireación y rico en materia orgánica.

anturio flores
Con luz, riego moderado y buena humedad ambiental, el anturio puede florecer varias veces al año.

Además, puedes aplicar un fertilizante líquido específico para plantas con flor cada 2 a 4 semanas durante la primavera y el verano. El fósforo es especialmente útil para inducir la floración.

Problemas comunes: hojas amarillas o sin brillo

Cuando las hojas se ponen amarillas, suelen indicar exceso de agua o problemas de drenaje. También pueden aparecer manchas si se pulveriza con agua muy fría o con cloro.

Si las hojas pierden brillo, puede deberse a falta de luz o a un ambiente demasiado seco. Para evitar estos problemas, revisa que la maceta drene bien, mantén una rutina de riego adecuada y cuida la ubicación.

Precauciones y cuidados adicionales

Aunque el anturio es una planta fácil de mantener, hay ciertos cuidados que conviene considerar más allá de la luz, el riego y la humedad. Uno de ellos es su toxicidad.

Como muchas otras especies de la familia Araceae, contiene cristales de oxalato de calcio, una sustancia que puede provocar irritación oral y digestiva si se ingiere, y reacciones en la piel si se manipula sin protección.

Por eso, es fundamental mantenerlo fuera del alcance de niños pequeños y mascotas curiosas. Si necesitas trasplantarlo o podarlo, lo ideal es usar guantes y lavar bien las manos después.