Desierto florido en Atacama: la pequeña flor que inspira la lucha contra la sequía

Una lluvia excepcional ha transformado el desierto de Atacama en una alfombra de flores coloridas. En medio de este espectáculo, los científicos también ven una pequeña planta capaz de inspirar cultivos más resistentes a la sequía en un futuro más cálido.

flores en el Desierto de Atacama
La pata de guanaco en flor en el desierto chileno, símbolo de vida en uno de los lugares más secos del planeta.

De vez en cuando, la naturaleza parece decidir "romper las reglas" solo para recordarnos de lo que es capaz. Eso fue lo que ocurrió este año en el desierto de Atacama, en Chile, conocido como el lugar más árido del planeta. Tras un invierno con precipitaciones muy por encima de lo normal, el paisaje marrón y rocoso se transformó en una alfombra de flores coloridas en tonos rosa, morado, amarillo y blanco, un fenómeno que los chilenos llaman el "desierto florido".

pata de guanaco abierta
Una planta que alterna estrategias de fotosíntesis para conservar agua en condiciones extremas.

Las imágenes de este "milagro" natural dieron la vuelta al mundo y se volvieron virales en redes sociales. Pero tras este espectáculo fotogénico se esconde una historia aún más fascinante: entre las especies en flor se encuentra una pequeña planta, conocida localmente como pata de guanaco (Cistanthe longiscapa), que está siendo estudiada por científicos chilenos porque podría contener valiosas pistas para crear cultivos más resistentes a la sequía en un mundo cada vez más cálido.

Alfombra de flores

El desierto de Atacama recibe, en promedio, solo unos pocos milímetros de lluvia al año; en muchas zonas, prácticamente nunca llueve. Aun así, el suelo alberga un "banco de semillas" de más de 200 especies nativas, a la espera de una inusual combinación de factores: suficiente lluvia, temperatura adecuada, horas de luz y la humedad adecuada.

Cuando todo esto ocurre, generalmente en primavera, tras un invierno atípicamente húmedo, el desierto "despierta" en cuestión de semanas.

Esto fue lo que ocurrió en 2025: algunas zonas recibieron hasta 60 mm de lluvia durante el invierno, algo excepcional para la región. El resultado fue uno de los eventos de desierto florido más notables de los últimos años, atrayendo a turistas, fotógrafos y científicos a parques como Llanos de Challe. En tan solo unos días, lugares que suelen ser sinónimo de aridez se convirtieron en escenario de picnics familiares, senderos y drones sobrevolando campos de flores.

La "pata de guanaco" y sus trucos para sobrevivir con tan poca agua

Entre los protagonistas de este espectáculo se encuentra la pata de guanaco (Cistanthe longiscapa), una flor de color fucsia que domina muchos paisajes del desierto florido. Investigadores de la Universidad Andrés Bello de Santiago decidieron estudiarla a fondo: ¿cómo puede una planta aparentemente frágil soportar la intensa radiación solar, el suelo salino, el calor durante el día, el frío por la noche y largos periodos sin agua?

Una flor naranja, en destaque, del desierto de Atacama, Chile
La pata del guanaco sobrevive en el desierto de Atacama porque conserva agua y ajusta su metabolismo a los períodos de sequía.

Los estudios demuestran que esta especie esconde un impresionante arsenal bioquímico. En resumen, los científicos han observado que la pata de guanaco:

  • puede alternar entre dos tipos de fotosíntesis (el modo C3 "normal" y el modo CAM, típico de las plantas desérticas, que ahorra agua);
  • ajusta el horario de apertura de sus estomas, favoreciendo la noche, cuando el aire es menos seco, para perder menos agua;
  • acumula agua y nutrientes en tejidos más suculentos, lo que garantiza reservas para superar periodos críticos;
  • produce pigmentos y compuestos que ayudan a proteger las células del exceso de luz, salinidad y otros estreses ambientales.

Esta flexibilidad convierte a la especie en un valioso modelo. Al secuenciar su genoma y observar cómo estos "interruptores" se activan y desactivan en diferentes condiciones, los investigadores esperan identificar genes y mecanismos que, en el futuro, puedan inspirar el desarrollo de cultivos agrícolas más resilientes a la escasez de agua.

Del desierto de Atacama a Brasil: ¿Qué tiene que ver esta flor sus cultivos?

A primera vista, el desierto chileno parece muy lejano de la realidad de quienes cultivan en Brasil. Pero la conexión es inmediata cuando pensamos en las olas de calor, los períodos calor extremo y las sequías prolongadas en el semiárido noreste, el Cerrado o incluso en zonas del sur y sureste.

Los agricultores brasileños ya experimentan en primera persona la dificultad de producir con lluvias cada vez más irregulares, y cualquier idea sobre cómo las plantas afrontan mejor la escasez de agua se convierte en un recurso valioso.

Trabajar con la pata del guanaco no significa “transportar” esta flor directamente a nuestros cultivos, sino aprender de ella. Los principios de conservación del agua, los mecanismos de protección contra el estrés y las estrategias de supervivencia en entornos extremos pueden inspirar desde programas tradicionales de mejoramiento genético hasta biotecnologías más avanzadas.

Para una potencia agrícola, pero vulnerable al cambio climático, como en Brasil, monitorear y participar en este tipo de investigación es una oportunidad para anticiparse a la próxima gran sequía, utilizando el conocimiento surgido en un desierto florido para garantizar alimentos, ingresos y estabilidad en un futuro más incierto.

Referencia de la noticia

The world’s driest desert blooms into a rare, fleeting flower show. 08 de outubro, 2025. Mauro Medel.