Infierno en Europa: vivimos en un planeta “cada vez más hostil”

Así califica la situación el climatólogo, Raúl Cordero, ante la ola de calor mortal que afecta a gran parte del hemisferio norte. Por primera vez, Reino Unido superó los 40 °C en un hecho sin precedentes. ¿Se podría repetir un evento como este?

Calor extremo en el Reino Unido
Por primera vez, desde que se tienen registros meteorológicos, la temperatura superó los 40 ºC en el Reino Unido.

"Nunca pensé ver esto en mi vida”, exclama, Stephen Belcher, jefe de ciencia y tecnología del Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido. Los calificativos no dan abasto para dimensionar el impacto provocado por los 40,3 °C registrados en Coningsby (Condado de Lincolnshire) alzándose como la temperatura más alta en la historia de Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte).

Por primera vez se superó la barrera de los 40 °C, incluso, en Londres que llegó a 40,2 °C durante este martes (19 de julio). La capital de Inglaterra se emplaza a 51° de latitud norte, lo que equivale aproximadamente a la ubicación de Puerto Natales en la Región de Magallanes, Chile, que se encuentra a una latitud similar en la mitad sur del planeta.

¿Pueden ocurrir eventos de calor extremo de esta envergadura en el hemisferio sur?

Conviene aclarar que los eventos climáticos extremos del norte no son replicables en el sur debido a la mayor continentalidad en esa mitad del globo. ¿Por qué? Porque la tierra se calienta (y se enfría) mucho más rápido que el agua.

El 67% del total de las tierras elevadas del mundo se ubican en el hemisferio norte y sólo el 33% restante en el hemisferio sur. Entonces, gracias a la termorregulación del océano, los eventos no son tan extremos en esta parte del planeta.

El factor de continentalidad del hemisferio norte hace con que los fenómenos de clima extremo sean mucho intensos que en la parte sur del planeta.

¿Qué pasó? El aire cálido avanzó desde el desierto del Sahara, en el norte de África, hacia Europa cruzando el Mediterráneo. Tan potente fue la masa de aire cálida que las aguas de este mar llegaron a 30 °C cuando su media térmica para julio es de 23 °C.

Por eso abarcó primero el sur de Europa con, por ejemplo, 47° en Portugal. Marcas por sobre 40 °C a la sombra también se registraron en España y Francia también. Esto ha alentado los incendios forestales que siguen descontrolados y ha generado la muerte de cientos de personas debido a los golpes de calor.

Planeta hostil

“Una de las consecuencias del calentamiento global es que hace más frecuentes los eventos extremos. En el caso de las temperaturas, una de sus consecuencias, es que hace más intensas y recurrentes las olas de calor”, argumenta, Raúl Cordero, climatólogo experto en cambio climático y líder del grupo de investigación Antarctica de la Universidad de Santiago (Usach).

El científico sostiene que lo ocurrido en Europa “es similar a lo que experimentamos durante el verano de 2017 en Chile, en dónde arrasaron los incendios forestales. En estas circunstancias, los siniestros son imposibles de controlar”.

“En todo el mundo, las olas de calor se han más que duplicado. En el caso de Chile, por ejemplo, en Santiago estos eventos se han triplicado. Desafortunadamente en las próximas décadas vamos a tener un planeta cada vez más hostil”, sentencia Cordero.