Desde 2006: Santiago registra el julio más lluvioso en 14 años

Este año se anota como el segundo más lluvioso en la capital desde que comenzó la peor sequía registrada en la historia. Pese a esto, persiste el déficit de agua caída a la fecha.

Santiago. Nubes, lluvia, cordillera
Julio de 2020 se ha convertido en el segundo mes consecutivo con más lluvia en Santiago desde que comenzó la megasequía.

Santiago de Chile registra el julio más lluvioso desde 2006. Hacía 14 años que la capital no recibía tanta agua durante el séptimo mes del año. Este es un alivio importante, pero no se puede hablar del inicio del fin de la sequía que durante más de una década ha padecido gran parte del país.

Según los datos de la Dirección Meteorológica, Santiago suma 63 milímetros de agua en lo que va del presente mes (martes 21 de julio).

Además, hasta el momento, 2020 se transforma en el segundo año con más precipitaciones acumuladas al 30 de julio desde el comienzo de la gran sequía en 2009. Este año, la capital ha acumulado casi 180 milímetros de agua caída; un registro que sólo supera 2016.

Agua caída sobre Santiago en julio (Fuente DMC):

AñoPrecipitación acumuladaAñoPrecipitación acumulada
202063,0 mm (Hasta el 21 de julio)201026,6 mm
201913,3 mm200914,3 mm
201849,6 mm200834,7 mm
201730,7 mm200735,4 mm
201650,2 mm2006130,0 mm
201538,3 mm200527,8 mm
201434,6 mm200495,2 mm
20133,7 mm200373,4 mm
20122,0 mm200292,3 mm
201143,2 mm2001186,6 mm

¿Por qué volvieron las lluvias?

Junio 2020 se transformó en el más lluvioso en 15 años. Ahora es el turno del julio con más precipitaciones sobre Santiago en 14 años.

“Se trata de una buena noticia, pues en estos dos meses caen prácticamente la mitad de las precipitaciones del año en el centro del país. Sin embargo, debido al otoño casi sin lluvias, nos encontramos con un déficit de entre 20% y 30 % desde La Serena hasta Chillán”, afirma el climatólogo de la Universidad de Santiago (Usach), Raúl Cordero.

El experto enumera las razones que se han conjugado para traer las lluvias de vuelta a la zona centro-sur del país en los últimos meses:

  1. La Oscilación Madden Julian (MJO) en fase favorable (baja presión sobre el Océano Pacífico) para la generación de tormentas;
  2. Altas presiones entre el extremo sur del país y la península Antártica, más conocida como alta de bloqueo, las que desvían los sistemas frontales con sus precipitaciones hacia el centro-sur del territorio;
  3. El debilitamiento en la anomalía cálida de temperatura superficial de mar al Este de Nueva Zelandia (mancha cálida), la cual se relaciona con la sequía por medio de la teleconexión.

¿Qué pasará el resto del año?

Junio y julio han sido lluviosos, pero eso no ha permitido que las cifras de agua caída en gran parte del centro-sur de Chile lleguen a los rangos considerados normales. Esta condición deficitaria persistirá, según el pronóstico de la Dirección Meteorológica para el trimestre julio, agosto y septiembre.

Concuerda con esto, Raúl Cordero, académico de la Usach, porque “desafortunadamente la NOAA (Agencia Oceanográfica y Atmosférica de Estados Unidos) acaba de subir a 55% la probabilidad que se desarrolle el fenómeno de La Niña a partir de septiembre. La Niña se asocia a relativamente bajas precipitaciones en la zona central de Chile”.

En conclusión, Cordero anticipa que, si se desarrolla el fenómeno de “La Niña, disminuyen las probabilidades que 2020 marque el fin de la sequía”.