El caimán más grande del Amazonas puede observarse de cerca en un paseo en barco por un área protegida de Rondônia
La exuberante naturaleza de la reserva del Lago do Cuniã, en Rondônia, Brasil, reveló a los turistas no solo su biodiversidad, sino también un sorprendente encuentro con un gran caimán.
Uno de los mayores depredadores de Sudamérica protagonizó una experiencia extraordinaria en la selva amazónica. Durante un paseo en barco en Porto Velho, Rondônia, los turistas tuvieron la excepcional oportunidad de observar de cerca al caimán más grande del Amazonas, en un cruce seguro supervisado por la comunidad local. El avistamiento tuvo lugar en la Reserva Extractivista del Lago Cuniã, hogar de más de 36.000 caimanes, así como de otras especies que conforman el rico ecosistema de la región.
Sin embargo, el principal atractivo no fue solo el reptil de tamaño inusual, sino el contexto en el que se produjo el encuentro: en medio de la naturaleza preservada, guiados por los propios habitantes de la reserva y con un enfoque en el respeto por el medio ambiente. La experiencia combina turismo, educación ambiental y apreciación de la cultura local, lo que refleja el potencial del ecoturismo amazónico como herramienta para la conservación y el desarrollo sostenible.
Una aventura segura entre reptiles y paisajes naturales.
La excursión comienza con una presentación sobre la biodiversidad local y las precauciones que deben tomarse durante el recorrido. Se utilizan pequeñas embarcaciones silenciosas para no perturbar la fauna silvestre, lo que permite a los visitantes acercarse a los animales de forma segura. Guías experimentados, residentes de la región, acompañan a los grupos y comparten información detallada sobre el comportamiento de los caimanes, la vegetación y el ciclo del agua.
Durante el trayecto, es común ver a los reptiles acercándose a la orilla o nadando tranquilamente junto a las embarcaciones. El curioso comportamiento de los animales atrae la atención de los turistas, quienes capturan el momento con cámaras y binoculares. Algunos dicen que los ojos vigilantes de los caimanes incluso parecen una ola: una curiosa y silenciosa interacción entre el hombre y la naturaleza.

Más allá de los caimanes, el paisaje se revela con colores, sonidos y texturas únicas. La densa vegetación se funde con el reflejo del agua, mientras que aves, peces y otros animales típicos de la región complementan el espectáculo natural. Esta combinación transforma la excursión en una experiencia sensorial completa.
La ruta incluye una parada estratégica en Igarapé do Campo.
Uno de los puntos culminantes del itinerario es el Igarapé do Campo, un área de singular belleza que conserva una impresionante diversidad de fauna y flora. A su llegada, los visitantes desembarcan en puntos específicos para la observación y la contemplación. Se anima a tomar fotografías, siempre que se haga con respeto y sin flash, para no asustar a los animales.
Este momento permite una pausa más prolongada, durante la cual los participantes conectan con el entorno y aprenden más sobre la importancia de la conservación ambiental. La tranquilidad de las aguas y la presencia constante de la fauna silvestre hacen del lugar un sitio ideal para comprender cómo las diferentes especies coexisten en equilibrio dentro del mismo ecosistema.
El aspecto singular de esta actividad reside en la presencia de los habitantes locales, quienes actúan como guías, barqueros y son responsables de la seguridad de los visitantes. Esta integración fomenta el fortalecimiento de la economía local, además de poner en valor el conocimiento tradicional sobre el entorno amazónico.
Referencia de la noticia
Turistas avistan el caimán más grande del Amazonas durante un paseo en barco. 2 de noviembre de 2025.