El Imperio Romano y el cambio climático: cómo un clima cambiante plagó al imperio de enfermedades

Los brotes de plagas se han relacionado con cambios climáticos durante el Imperio Romano. Estos cambios en el clima indujeron la desestabilización de la sociedad, algo que sigue siendo cierto hoy en día con el calentamiento global antropogénico.

imágenes alusivas al imperio romano
Una de las civilizaciones más grandes de la historia aún no fue capaz de resistir los efectos de un clima cambiante que trajo plagas.

En un estudio reciente publicado en la revista Science Advances, los científicos descubrieron una relación entre un cambio climático y brotes de pandemias durante el Imperio Romano. Una de las plagas más famosas, la peste bubónica, también conocida como la plaga de Justiniano, mató aproximadamente a la mitad de la población del Imperio Romano en el siglo VI d.C. En otras partes del Mediterráneo, decenas de millones perdieron la vida a causa de la enfermedad.

Mostrando signos de síntomas

La enfermedad asociada con la peste bubónica comenzó con fiebre antes de llegar a la hinchazón en la ingle y las axilas. En algunos casos, provocaría un coma y, finalmente, la muerte. No había cura para esto y ningún remedio de ningún tipo ayudaría.

Este nuevo estudio, basado en diez años de investigación, vincula esta plaga y otras pandemias del Imperio Romano con el cambio climático. Los brotes de plagas importantes corresponden a períodos de clima frío y seco en la península italiana. Estos cambios en el clima ejercieron presión sobre la sociedad romana y mostraron cuán frágil puede ser cuando no puede manejar lo que trae el cambio climático.

La investigación muestra que las temperaturas fueron 3 grados Celsius (37,4 grados Fahrenheit) más bajas que las altas temperaturas de siglos anteriores durante años de plagas. Estas temperaturas más frías coincidieron con la Peste Antonina del 165 d.C al 180 d.C , la Plaga de Cipriano del 215 d.C al 266 d.C , y la pandemia que comenzó con la Plaga de Justiniano del 541 d.C al 549 d.C y duró hasta aproximadamente el 766 d.C .

Armando el rompecabezas

Desafortunadamente, los registros de temperatura no se remontan a tan atrás. Para determinar cómo era la temperatura durante este tiempo, los científicos utilizan un método llamado "proxies". Los indicadores incluyen observar los anillos de los árboles y los núcleos de hielo. Sin embargo, los anillos de los árboles aún no han mostrado el clima de Italia durante la plaga de Justiniano, y no se encuentran muestras de hielo en Italia porque está demasiado al sur.

Estimar el comportamiento de la temperatura en Italia con anillos de árboles y núcleos de hielo no fue del todo posible. Los científicos usaron información extraída desde los sedimentos marinos para reconstruir la temperatura pasada.

Los científicos tuvieron que utilizar otro método sustituto: los dinoflagelados. Se trata de quistes fosilizados con forma de concha procedentes de microorganismos de los sedimentos del fondo marino del golfo de Tarento. Los dinoflagelados proporcionan información sobre si la temperatura del mar aumentó o disminuyó. Dependiendo de si la temperatura aumentaba o disminuía, las especies de dinoflagelados cambiarían. Esta información permitió a los científicos reconstruir el clima del sur de Italia entre el 200 a. C. y el 600 d. C.

Impactos de un clima cambiante

Aunque el cambio de temperatura influyó en las pandemias, no fue el único motivo de estos brotes. El curso de un clima cambiante provoca que la sociedad se desestabilice. Hay una disminución de los alimentos y un aumento de ratas, mosquitos y otras plagas.

Aún se desconocen las causas de las enfermedades de otras grandes pandemias del Imperio Romano, de la peste antonina o de la peste de Cipriano. Se puede suponer que las oscilaciones climáticas naturales también influyeron en estas plagas.

Si observamos los indicadores climáticos de otras partes del mundo durante este mismo período, las temperaturas globales fueron en general más frías. Posiblemente esto se deba a una gran erupción volcánica.

La investigación de este estudio muestra una correlación correcta entre los cambios climáticos y los brotes de enfermedades. John Haldon, de la Universidad de Princeton, dice que este es un buen ejemplo de científicos e historiadores que trabajan juntos para cotejar y verificar la historia.

Referencia de la noticia:

Metcalfe, Tom. “The Roman Empire’s Worst Plagues Were Linked to Climate Change.” Scientific American. https://apple.news/AYQRo7n-xTh-qybHwOjTjnQ