Encuentran el meteorito más grande del último siglo en la Antártica

Un grupo de investigadores en busca de fragmentos provenientes del Universo, durante una extenuante expedición a la Antártica, hallaron un meteorito de gran tamaño y con decenas de años de antigüedad.

La roca de casi 8 kg hallada, es muy grande en comparación con lo que se suele encontrar. Los meteoritos por lo general pesan entre 10 y 50 gramos. Imagen: investigadora María Valdés.

Con ayuda de satélites y datos de GPS, un grupo de científicos lograron descubrir, cerca del Polo Sur, un enorme meteorito de 7,6 kg, procedente del cinturón de asteroides de nuestro Sistema Solar. Esta enorme roca se sitúa entre los 100 meteoritos de mayor tamaño recuperados en la Antártida en el último siglo.

Esta cantidad de hallazgos, convierten a la Antártica en un lugar adecuado para la investigación de meteoritos, por su clima y su paisaje blanco que hacen más fácil encontrar estas rocas espaciales de tono negro, ya que se destacan cuando están en la superficie

Según María Valdés, investigadora del Field Museum y de la Universidad de Chicago: “el tamaño no importa cuando se trata de meteoritos, e incluso los micrometeoritos diminutos pueden ser increíblemente valiosos desde el punto de vista científico, pero, por supuesto, encontrar un gran meteorito como este es raro y muy emocionante”.

Si bien el hallazgo es increíble, el siguiente paso para los científicos es determinar qué nos pueden decir los meteoritos sobre el Universo. Las cinco rocas que se encontraron serán analizadas en el Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, mientras que las muestras de suelo del área serán examinadas por el propio equipo.

Una travesía en condiciones adversas

Los meteoritos son mucho más fáciles de detectar en la Antártica, pero las condiciones atmosféricas hacen bastante complejas las expediciones. El equipo científico durante esta travesía tuvo que soportar las inhóspitas condiciones del desierto helado, acampando entre dunas de nieve.

Los meteoritos son más fáciles de identificar sobre el blanco suelo antártico, pero implican en una travesía compleja, enfrentando el clima adverso de la Antártica.

Por tal motivo, para la investigación optaron por planificar su viaje en verano y así mitigar las condiciones climáticas en la Antártica, pero pese a esto rondaron temperaturas cercanas a los -10 °C.

Estas temperaturas bajo los 0 °C pueden ser soportables, pero al pasar los días, trabajando a la intemperie, trasladándose en motos de nieve, caminando sobre el hielo y durmiendo en una tienda de campaña, hicieron que el clima antártico se sintiera más extremo.

Un mapa del tesoro pudo predecir escondites en la Antártica

Los meteoritos pueden ser encontrados en todo el mundo, pero en la Antártida es más posible, pese a lo agotador y peligroso del territorio. Para hacer el camino un poco más fácil en la búsqueda, los investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos utilizaron inteligencia artificial para crear una especie de mapa del tesoro para identificar zonas donde se pueden encontrar meteoritos con alta probabilidad.

Mapa de puntos calientes de meteoritos antárticos descubiertos por los investigadores. Imagen: investigadora Verónica Tollenaar, 2022.

Verónica Tollenaar, quien dirigió el estudio, dijo que: “A través de nuestros análisis, aprendimos que las observaciones satelitales de temperatura, tasa de flujo de hielo, cobertura superficial y geometría son buenos predictores de la ubicación de áreas ricas en meteoritos”.

Los científicos calculan que podrían ubicar más de 300.000 meteoritos en el desierto antártico esperando ser encontrados en alguna expedición, lo cual representaría un enorme potencial científico.

youtube video id=Y3vKF5VUbBM

Las rocas han estado en la Antártica durante milenios conservados por el clima frío y seco. Al chocar en la superficie se incrustan ya medida que los glaciares fluyen lentamente, los meteoritos se mueven con ellos, el hielo se eleva y los meteoritos salen a la superficie y se logran identificar.

Pese a esto, aún quedarían muchos meteoritos por descubrir, debido a que por su alto contenido de hierro se calientan con los rayos del Sol derritiendo su alrededor, hundiéndose y escondiéndose, más una vez, bajo la superficie.