¿Podrá realizarse la predicción de sismos desde el fondo del océano?

Esta semana se dieron a conocer alentadores resultados, obtenidos en tiempo real, sobre un fenómeno electromagnético asociado a la luz que viaja en los 10.000 km de cable submarino entre Los Ángeles y Santiago de Chile: pudieran ser la clave para la predicción de terremotos en el área.

fibra óptica submarina
Las anomalías en la luz que viaja a través de los cables de fibra óptica instalados en el fondo marino, pudieran asociarse a los movimientos telúricos. ¿Será suficiente para poder predecirlos?

Durante décadas los especialistas en Geofísica y Geología de todo el mundo se han empeñado en encontrar un método fiable en la predicción de los movimientos telúricos para que se puedan tomar medidas oportunamente y minimizar daños y pérdidas humanas. Últimamente estos esfuerzos se dirigen a una nueva línea de investigación basada en el fenómeno de la polarización electromagnética de la luz que viaja en la fibra óptica.

Un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) liderado por el sismólogo Zhongwen Zhan ha monitoreado esta variable, que en términos sencillos se define como la orientación de la luz mientras se mueve en ondas. Aprovechando los más de 112.000 kilómetros de cable submarino que el gigante tecnológico Google tiene instalados para el tráfico de Internet (de acuerdo al mapa de la Global Submarine Cable Network), es posible monitorear variaciones de la luz que pudieran estar asociadas a movimientos telúricos que se generan en el fondo marino.

red cable submarinos
Red mundial de cables instalados en el fondo marino.

Los pulsos de luz, que representan los datos a transmitir, sufren alteraciones que se detectan y corrigen el extremo receptor para su validación. Analizando las pulsaciones debidas a la polarización electromagnética, se puede determinar la existencia de perturbaciones mecánicas a lo largo del cable, y por tanto la presencia de actividad sísmica en el área donde este se encuentra. Se ha demostrado que estos movimientos detectados en los cables submarinos, anteceden al evento sísmico principal, por lo que pudiera ser una herramienta eficaz para la alerta temprana.

El equipo científico de Google, en colaboración con el sismólogo Zhan, ha descubierto que también mediante el análisis del comportamiento de la luz que viaja en la fibra óptica, pueden ser detectados los cambios de presión en el océano, y por tanto, predecir con cierta exactitud la ocurrencia de tsunamis.

Resultados concretos: avances hacia una predicción fiable.

En enero de 2020, cinco minutos antes de que ocurriera un terremoto de 7,7 grados de magnitud en Jamaica, fue detectado en los laboratorios de Google un máximo de polarización en el cable más cercano, situado a 1.500 km de sus costas.

A finales de 2019, la Universidad de Berkeley publicó un estudio, similar al de Google y Calthec, en el que daban a conocer la detección de un terremoto de magnitud de 3,4 grados en California, con los datos obtenidos de un cable submarino a unos 45 kilómetros del epicentro. Ya desde el 2013 esta universidad había presentado el ShakeAlert, sistema que empleaba esta técnica para predecir la ocurrencia de un terremoto con 10 segundos de antelación.

Pero aún no se puede cantar victoria…

Con esta técnica, se podría convertir la red de cables submarinos existentes para las comunicaciones en todo el mundo en sensores geofísicos, para la detección de la actividad telúrica. No obstante los especialistas advierten que el monitoreo del estado de la polarización genera una gran cantidad de datos, que deben ser evaluados en potentes sistemas informáticos, y aún está por determinar la incidencia los factores climatológicos en la fiabilidad de sus resultados.

La red de sensores sísmicos terrestres hoy instalados, a pesar de sus altos costos de mantenimiento, no podría ser sustituida de momento.

Los estudios que se desarrollan con los datos aportados desde la fibra óptica que enlaza la ciudad de Los Ángeles con la capital chilena, contribuirán a las investigaciones que permitirán, en un futuro no muy lejano, alertar a las poblaciones de la ocurrencia de terremotos con suficiente tiempo para prevenir sus fatales consecuencias.