¿Por qué es tan peligroso el mercurio y cuáles son sus efectos en la salud?

Este 23 de febrero se conmemora el Día del Compromiso Internacional del Control del Mercurio. Este elemento se encuentra en artefactos como pilas, termómetros, interruptores, etc. Además, en fuentes naturales alteradas por la actividad humana.

termómetro de mercurio
Muchos han tenido la experiencia de tener un termómetro de mercurio en casa. En la actualidad es cada vez más raro verlos, dada la toxicidad del metal en caso de contacto directo o inhalación de sus gases.

Quién no tiene un termómetro en su hogar. Claro, son necesarios, aunque el tema es el tipo de instrumento con que contamos. Fíjense que la Unión Europea, hace muchos años, prohibió estos artefactos de mercurio. Sí, ese, el tradicional que debemos menear para volver a usarlo. ¿Por qué?

El mercurio (Hg) es el único metal que a temperatura ambiente se encuentra en estado líquido. Este elemento existe, básicamente, en tres formas: mercurio metálico o elemental, mercurio inorgánico y mercurio orgánico.

El metálico o elemental es la forma pura del mercurio, el típico líquido color blanco-plateado usado en los termómetros que nos ponemos en la axila para saber si tenemos fiebre o no.

Los compuestos de mercurio inorgánico se producen cuando este ingrediente se combina con elementos tales como el cloro, azufre u oxígeno. Ahora, cuando el mercurio se mezcla con carbono se habla de compuestos de mercurio orgánico; el más común en el ambiente es el metilmercurio.

La actividad humana es la causa primaria de las emisiones de mercurio a nivel mundial.

El mercurio puede provenir de la actividad volcánica, la erosión de las rocas o la actividad humana. Esta última es la principal causa de las emisiones de mercurio en el mundo procedentes sobre todo de la combustión de carbón en centrales eléctricas, calefacciones y cocinas, de procesos industriales, de la incineración de residuos y de la extracción minera de mercurio, oro y otros metales.

Mercurio: ¡peligro!

Ahora que sabemos más de este metal tan particular podremos referirnos a sus efectos en el bienestar de los seres humanos. Las formas de mercurio difieren por su grado de toxicidad y en sus efectos sobre los sistemas nervioso e inmune, el aparato digestivo, la piel y los pulmones, los riñones y hasta los ojos.

Aunque las personas pueden verse expuestas a cualquiera de las formas de mercurio en diversas circunstancias, las principales vías de exposición son el consumo de pescados y mariscos contaminados (cocinarlos no lo elimina) con metilmercurio, y la inhalación de vapores de mercurio elemental desprendidos en procesos industriales.

Mercurio; metal; tóxico
Las principales vías de exposición al mercurio es a través del consumo de pescados y mariscos contaminados o la inhalación de vapores en procesos industriales.

Todas las personas están expuestas a cierto nivel de mercurio. En la mayoría de los casos se trata de niveles bajos debido a una exposición crónica (por contacto prolongado, ya sea intermitente o continuo). Pero a veces la gente se ve expuesta a niveles elevados de mercurio, como ocurre en caso de exposición aguda (concentrada en un breve lapso) debido, por ejemplo, a un accidente industrial”, destalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Grupos vulnerables

En general hay dos grupos vulnerables a los efectos del mercurio. Uno de ellos lo integran los bebés en gestación, ya que la exposición intrauterina al metilmercurio por consumo materno de pescado o marisco puede dañar el cerebro y el sistema nervioso en pleno crecimiento. El segundo sector es el de las personas expuestas de forma sistemática a niveles elevados de mercurio.

No hay forma de destruir el mercurio, pero sí puede ser reciclado y destinarlo a otros usos, minimizando su extracción.

Hay varias formas de prevenir los efectos perjudiciales para la salud, por ejemplo, fomentar las energías limpias, dejar de utilizar mercurio en las minas auríferas, acabar con la minería del mercurio o eliminar progresivamente productos no esenciales que contienen mercurio.

Para la OMS, el mercurio es uno de los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública.

El mercurio es un elemento que no se puede destruir. Por lo tanto, cabe la posibilidad de reciclarlo y destinarlo a otros usos, sin necesidad de seguir extrayéndolo. El mercurio está presente en muchos productos, entre ellos:

  • pilas;
  • instrumental de medida como termómetros y barómetros;
  • interruptores y relés eléctricos en diversos aparatos;
  • lámparas (incluidos ciertos tipos de bombillas);
  • amalgamas dentales;
  • productos para aclarar la piel y otros cosméticos;
  • productos farmacéuticos.

Cada 23 de febrero se conmemora el Día del Compromiso Internacional del Control del Mercurio con la finalidad de dar a conocer las consecuencias negativas del comercio del mercurio en el mundo.