¿Comienza una nueva 'era volcánica'? Confirman que la falla de Islandia despertó después de 800 años

Dos breves erupciones este mes fueron amenazantes para la ciudad de Grindavik, precedidas de muy poca actividad sísmica. Afirman que el magma está muy cerca de la superficie, listo para entrar en erupción.

Islandia
Un volcán entró en erupción en el suroeste de Islandia, arrojando roca semifundida hacia un asentamiento cercano por segunda vez en menos de un mes. Crédito: Protección Civil Islandesa vía AP

La Tierra parece estar dando claras señales en Islandia de que una nueva era está comenzando.

El pasado domingo, una erupción volcánica arrasó con su lava incandescente varias viviendas en un puerto pesquero islandés, en las afueras de la ciudad de Grindavik, al suroeste de la capital, Reikiavik.

El pueblo pesquero fue evacuado en su mayor parte por la amenaza de una erupción el mes pasado, y la actividad volcánica más reciente ha remitido desde entonces, según informaron el lunes las autoridades del país del Atlántico Norte.

El martes, un experto confirmó algo que viene siendo sospechado en el último tiempo: la falla, que llevaba mucho tiempo inactiva bajo el país, ha despertado, amenazando con arrojar lava sin previo aviso durante años.

La nueva era de intensa actividad volcánica en Islandia puede durar décadas

La isla se extiende a lo largo de la Dorsal Mesoatlántica, una grieta en el fondo oceánico que separa las placas tectónicas euroasiática y norteamericana.

La erupción del domingo fue la quinta en menos de tres años en la península de Reykjanes, que no había visto una en siglos.

"Tras ocho siglos de una relativa pausa y un cese total de la actividad en la superficie, hemos entrado en un nuevo episodio de separación de placas que podría durar varios años, posiblemente décadas", declaró a la AFP el vulcanólogo Patrick Allard, del Institut de Physique du Globe de París.

Incluso antes de la primera de las cinco erupciones, en marzo de 2021, los científicos "vieron que el suelo se distorsionaba, con magma surgiendo de las profundidades y filtrándose" en un área de 3 a 10 kilómetros debajo de la superficie, dijo Allard.

Listo para entrar en erupción

Las dos erupciones más recientes (el mes pasado y el domingo, ambas amenazantes para Grindavik) fueron breves y estuvieron precedidas de muy poca actividad sísmica.

Esto demuestra que "el magma está muy cerca de la superficie, listo para entrar en erupción", afirmó Allard. La delgadez de la corteza terrestre cerca de la falla bajo Islandia ayudará a provocar estas "liberaciones de presión" de magma, agregó.

Sin embargo, no se espera que la cantidad de magma que estalle sea enorme.

La ciudad de Grindavik, en riesgo

La ubicación de esta frágil falla supone una amenaza para la cercana central geotérmica de Svartsengi, que suministra electricidad y agua a los 30.000 habitantes de la península de Reykjanes, una décima parte de la población de Islandia.

Las erupciones también han obligado a cerrar la Laguna Azul, un popular destino turístico cerca de Grindavik famoso por sus balnearios geotérmicos.

Islandia
El gobierno dijo que es poco probable que los vuelos se vean afectados, lo que alivia las preocupaciones sobre una repetición del caos como en 2010. Crédito: Reuters

Según Allard, Grindavik se construyó sobre coladas de lava de hace 800 años, lo que "plantea la cuestión lógica de la propia existencia de la ciudad".

Es probable que haya poco aviso antes de la próxima erupción. Durante las dos últimas erupciones, sólo hubo "unas pocas horas de actividad sísmica crítica" para advertir que el magma estaba subiendo rápidamente a la superficie, dijo.

El antecedente de la erupción del volcán Eyjafjallajokull en 2010

También existía el riesgo de una erupción submarina, que podría crear un "fenómeno explosivo, liberando más ceniza volcánica".

Basta recordar la enorme cantidad de ceniza lanzada a la atmósfera por el volcán Eyjafjallajokull en 2010, que provocó un caos mundial en los viajes, obligando a cancelar unos 100.000 vuelos y dejando varados a más de 10 millones de viajeros.

Sin embargo, los expertos consideran improbable que un fenómeno tan extremo se produzca en la península de Reykjanes.