¿Y si volviera La Niña? El Pacífico sigue ligeramente frío y podría reactivarse hacia finales de año
Desde que terminó el corto episodio La Niña de finales de 2024, el Pacífico se ha mantenido ligeramente frío. Ahora, algunos pronósticos indican que La Niña podría volver a finales de año.

Desde que terminó el corto episodio La Niña de finales de 2024, el Pacífico se ha mantenido en valores neutrales, pero esta neutralidad ha sido fría. Durante todos estos meses, el Pacífico ecuatorial central ha tenido ligeras anomalías negativas que, en las últimas semanas, se han extendido hacia la costa sudamericana.
Estos valores de temperatura más fría del promedio están dentro del rango considerado normal y por eso no se consideran como La Niña, pero… ¿podrían ser precursores de un evento La Niña para los próximos meses?
Un pronóstico con algo de sustento físico
La última edición del pronóstico del fenómeno El Niño que emiten entre IRI-Columna y el NOAA-CPC muestra ligeras probabilidades de tener un evento La Niña durante el verano. Más concretamente, durante los trimestres octubre-noviembre-diciembre y noviembre-diciembre-enero.
No obstante, no todos los modelos de pronóstico están de acuerdo con este resultado promediado. Algunos modelos sí pronostican un evento de La Niña para fines de año, incluso algunos pronostican un evento de moderada intensidad, pero otros modelos prevén condiciones cálidas. En otras palabras, existe mucha incertidumbre.

Pero, además de las ligeras anomalías negativas de temperatura superficial de mar que se han registrado en los últimos meses, ¿existen otros indicadores físicos que hagan pensar en una eventual La Niña hacia fines del año?
Si miramos las anomalías de contenido de calor en el océano superior, que es una medida de qué tan caliente o fría está una capa de océano (no solo la superficie), muestra que luego de un periodo de ligeros valores positivos, ahora a mediados de julio volvió a valores negativos. Estos valores son pequeños por ahora, pero suelen ser precursores de anomalías de temperatura superficial del mar.
El segundo indicador que se ve interesante es el de las anomalías de temperatura de mar subsuperficial. Este indicador suele también ser un precursor de las anomalías de temperatura superficial. En este caso, se ve un centro de anomalías negativas en el Pacífico central a unos 150 m de profundidad. Los que, eventualmente, podrían llegar a la superficie.
Y si llegara a ocurrir, ¿qué pasaría en Chile?
Si bien las evidencias son poco contundentes, el pronóstico tiene mucha incertidumbre y de cumplirse sería un evento débil y muy corto, podemos también plantearnos la pregunta ¿qué podría pasar en Chile?
Para eso, vamos a mirar todos los eventos La Niña que han ocurrido en verano entre 1979 y 2019 y comparar sus promedios de precipitación y temperatura con los valores climatológicos. De esa forma, tenemos un indicador de la señal que produce La Niña en estas variables en verano.

La precipitación es en general menor que en la climatología, en gran parte de Chile. La excepción está en la zona de Aysén, que presenta más lluvia de lo normal, y en el Altiplano, que también se vuelve más lluvioso durante el verano con La Niña.
Con respecto a las temperaturas máximas y mínimas, tienen un comportamiento medio bastante similar. En ambas variables se presentan anomalías negativas en la zona norte, que es donde la temperatura superficial del mar cae significativamente.
En la zona central, la señal es más clara en la temperatura máxima, que aumenta, mientras que las anomalías en la temperatura mínima son muy débiles. Algo similar se observa más al sur.
Si bien todos los eventos son distintos, estas señales promedio nos ayudan a tener una idea de las posibles anomalías que se observarían de presentarse este, por ahora, bastante incierto evento de La Niña.