Desde Chile, el Observatorio Vera C. Rubin creará una película cósmica para entender el universo como nunca antes
En lo alto de Cerro Pachón, Chile, un nuevo telescopio está por cambiar la forma en que vemos el cosmos. Con su cámara de 3.200 megapíxeles, el Observatorio Vera C. Rubin capturará el cielo como nunca antes: en movimiento.

¿Qué pasaría si pudiéramos ver cómo cambia el universo noche tras noche? ¿Y si existiera una cámara tan potente que pudiera registrar, en alta definición, todos los rincones del cielo en movimiento? Ese ambicioso sueño está a punto de volverse realidad, y ocurrirá en Chile.
Desde la cima del Cerro Pachón, en la Región de Coquimbo, el Observatorio Vera C. Rubin se prepara para revolucionar la astronomía mundial. Con una cámara de 3.200 megapíxeles, la más grande jamás construida, este telescopio grabará una verdadera película del cosmos, capturando el cielo del hemisferio sur durante una década. Y sí, tú también podrás ver esa película.
Una cámara cósmica que captura el tiempo
El Vera C. Rubin no es un telescopio cualquiera. Se trata del instrumento que liderará el LSST (Legacy Survey of Space and Time), un levantamiento astronómico sin precedentes.
Durante 10 años, tomará imágenes panorámicas del cielo cada 3 o 4 noches, construyendo un archivo en movimiento donde quedarán registradas supernovas, asteroides, galaxias en colisión y cualquier otro fenómeno que ocurra allá arriba.

¿La clave? Su increíble cámara de 3.200 megapíxeles, capaz de detectar detalles tenues que pasarían desapercibidos para el ojo humano. Los científicos calculan que este ojo digital recopilará cerca de 20 terabytes de datos por noche. Una verdadera avalancha astronómica.
¿Por qué Chile?
Si el universo es el escenario, Chile es la mejor platea. El norte del país ofrece condiciones únicas para la astronomía: cielos despejados más de 300 noches al año, baja humedad, y una atmósfera estable y limpia en altura. El Cerro Pachón, a 2.682 metros sobre el nivel del mar, es el lugar ideal para este tipo de observación.
Allí, el Rubin compartirá terreno con otros gigantes como el Gemini South y el telescopio SOAR. Desde este punto privilegiado, será capaz de observar más de 20 mil millones de galaxias, y registrar eventos cósmicos en tiempo real, con una calidad nunca antes alcanzada desde la Tierra.
Y más allá de las imágenes impactantes, el Observatorio tiene una misión científica de fondo: ayudarnos a comprender la materia oscura y la energía oscura, esos componentes invisibles que conforman la mayor parte del universo y que aún no logramos explicar del todo.
Pero eso no es todo. También permitirá detectar asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra, seguir la evolución de las galaxias, observar eventos astronómicos de corta duración, y crear el mapa tridimensional más grande del cosmos.
Ciencia para todos: educación y acceso abierto
Lo más fascinante del proyecto Rubin es que no será solo para científicos, una parte clave de su filosofía es la ciencia abierta y colaborativa. Los datos recolectados estarán disponibles para toda la comunidad científica global, y también para estudiantes, educadores y personas aficionadas a la astronomía.

En Chile, el observatorio ya trabaja en alianzas con universidades locales, programas de formación y oportunidades de pasantía para jóvenes investigadores. Además, se desarrollarán herramientas interactivas para que el público pueda explorar el cielo registrado por el Rubin desde sus propias casas.
Ya comenzó la cuenta regresiva
En junio de 2025, el Rubin entregó sus primeras imágenes de prueba. El impacto fue inmediato: más de 10 millones de galaxias, decenas de supernovas y más de 2.100 asteroides identificados, incluso antes de que el telescopio comience su operación oficial, prevista para fines de 2025 o principios de 2026.
Esto apenas es el comienzo. A medida que la cámara comience a trabajar sin descanso, se abrirá un nuevo capítulo en nuestra capacidad de comprender los movimientos, los ritmos y los secretos del universo.
Con esto, Chile consolida su lugar como uno de los epicentros mundiales de la observación astronómica. A proyectos como ALMA o el futuro ELT (Extremely Large Telescope) se suma ahora este observatorio que no solo mirará el cielo, sino que lo registrará como una historia visual, día tras día, noche tras noche.
Referencia de la noticia
Vera C. Rubin. Observatorio Rubin inicia observaciones en Chile revelando cambios nunca antes vistos del Universo en tiempo récord.