Así fue como la Tierra se 'partió' en Chile: la ciencia del terremoto de Valdivia de 1960
Hace más de seis décadas, un violento terremoto en el sur de Chile transformó la geología mundial. Descubre por qué este evento marcó un antes y un después en la ciencia.

El 22 de mayo de 1960, Chile fue escenario del mayor terremoto registrado en la historia moderna: el megasismo de Valdivia, con una magnitud de 9,5.
Más allá de la devastación que dejó a su paso, su impacto en la ciencia fue profundo. Este fenómeno natural permitió comprender cómo se comportan las placas tectónicas, cómo se generan los tsunamis y como eventos extremos moldean la dinámica de nuestro planeta.
El día en que el mundo tembló
A las 15:11 horas del 22 de mayo de 1960, el sur de Chile fue sacudido por un terremoto que cambió la historia de la geociencia. El epicentro se localizó cerca de Valdivia, en la Región de Los Ríos, y alcanzó una magnitud de 9,5 en la escala de momento sísmico (Mw), la mayor jamás registrada.

El evento liberó una energía equivalente a más de 20.000 bombas atómicas como la de Hiroshima y generó un tsunami que cruzó el Pacífico, afectando Hawái, Japón y Filipinas.
El suelo se hundió hasta 3 metros en algunas zonas, mientras que otras se elevaron, evidenciando la fuerza con la que las placas tectónicas habían interactuado.
Cómo cambió nuestra visión del planeta
Antes de 1960, la teoría de la tectónica de placas aún estaba en desarrollo. El análisis del megaterremoto de Valdivia permitió a los científicos comprender con mayor precisión cómo una placa oceánica —en este caso, la de Nazca— se introduce por debajo de una placa continental —la Sudamericana— en un proceso llamado subducción.
Este descubrimiento fue crucial para explicar no solo el origen de los grandes sismos, sino también la formación de cordilleras, volcanes y fosas oceánicas. Además, se confirmó que estos eventos no son aislados: el movimiento de las placas puede liberar tensiones acumuladas durante siglos en solo minutos, generando consecuencias globales.
Un laboratorio natural para la ciencia moderna
El estudio del terremoto de Valdivia transformó la sismología en un laboratorio natural a escala planetaria. Gracias a él, se desarrollaron nuevos métodos de monitoreo sísmico y se crearon redes globales de alerta de tsunamis.
También fue clave para comprender la relación entre la deformación del terreno y los fenómenos geológicos a gran escala.

Incluso hoy, más de 60 años después, el evento sigue siendo objeto de estudio. Investigaciones recientes revelan que el megasismo liberó tensiones acumuladas por más de 300 años y que su impacto influyó en la actividad volcánica de la zona durante décadas. También sentó las bases de la planificación sísmica moderna en Chile y en todo el cinturón de fuego del Pacífico.
Referencias de la nota
Universidad de Chile – Departamento de Geología: "El terremoto de 1960 ocurrió en un momento crucial en el desarrollo de las Ciencias de la Tierra"