Convertir el hielo salado en electricidad: la nueva promesa de la energía limpia

Un hallazgo sorprendente muestra que el hielo salado, al ser doblado, puede producir electricidad gracias a un fenómeno llamado flexoelectricidad. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para la energía limpia, aunque todavía está lejos de ser aplicado a gran escala.

Lo que parece solo agua congelada, en realidad podría ser una fuente innovadora de energía sostenible.

La búsqueda de nuevas fuentes de energía limpias no se detiene. Desde la fuerza del Sol y el viento hasta las corrientes marinas, la ciencia explora múltiples caminos para dejar atrás la dependencia de los combustibles fósiles.

Ahora, una investigación internacional propone una alternativa poco común: generar electricidad a partir de hielo. Lo curioso es que no se trata de cualquier hielo, sino de uno mezclado con sal, capaz de producir señales eléctricas mucho más intensas que el hielo puro cuando se dobla. Aunque aún es un fenómeno de laboratorio, la idea de convertir un bloque de hielo salado en un generador eléctrico despierta tanto curiosidad como esperanza.

La propiedad especial del hielo

El fenómeno detrás de este hallazgo se llama flexoelectricidad. A diferencia de la piezoelectricidad, que ocurre cuando algunos materiales generan carga eléctrica al ser comprimidos o estirados de forma uniforme, la flexoelectricidad aparece cuando la deformación es desigual, como cuando un objeto se dobla. En ese proceso, las moléculas del material se alinean de manera asimétrica, lo que produce una separación de cargas eléctricas.

En el caso del hielo, al doblarse, surge un pequeño voltaje. Si bien este efecto se conocía desde hace décadas, los investigadores lograron medirlo con precisión y demostrar que el hielo es capaz de generar electricidad bajo estas condiciones.

La sal común como un potenciador

La verdadera sorpresa llegó cuando se probó el mismo experimento con hielo salado. En lugar de disminuir la capacidad eléctrica, la sal la aumentó de forma notable: el hielo con agua salada congelada produjo hasta mil veces más señal que el hielo puro. ¿Por qué ocurre esto?

Lo más sorprendente es que un ingrediente tan cotidiano como la sal puede cambiar por completo el comportamiento del hielo, convirtiéndolo en un material capaz de generar electricidad.

La explicación está en la estructura del hielo. Al congelarse, el agua con sal no forma un sólido perfecto, sino que deja microcanales donde queda atrapada agua líquida muy salada. Cuando el bloque se dobla, ese liquido dentro de los canales se desplaza y, al estar cargado con iones de sodio y cloro, genera una corriente eléctrica adicional. Es decir, la sal no solo no estropea el efecto, sino que lo potencia de manera espectacular.

Futuro y desafíos de esta innovación

Aunque el hallazgo es prometedor, está lejos de convertirse en una fuente de energía práctica. Los experimentos muestran que tras muchos ciclos de doblado el hielo salado pierde hasta un 80 % de su capacidad eléctrica, debido al desgaste interno de su estructura. Además, gran parte de la energía generada se pierde en forma de calor y no como electricidad útil. A esto se suma una limitación importante: para alimentar un dispositivo pequeño, como un teléfono, sería necesario un bloque de hielo salado de varios metros cuadrados, lo que resulta poco práctico en el día a día.

No obstante, los científicos destacan posibles aplicaciones específicas. Por ejemplo, en regiones polares, donde el hielo es abundante, podría servir para alimentar sensores remotos de bajo consumo. También se abre una puerta fascinante en la investigación planetaria: lunas heladas como Europa (de Júpiter) o Encelado (de Saturno), ricas en hielo salado, podrían albergar fenómenos eléctricos similares que influyan en su geología o incluso en la posibilidad de vida.

El descubrimiento de que el hielo salado puede transformarse en electricidad al ser doblado es un recordatorio de que la naturaleza aún guarda secretos sorprendentes. Aunque sus aplicaciones prácticas todavía parecen lejanas, este hallazgo amplía el abanico de posibilidades para el desarrollo de energías limpias y nos invita a mirar incluso los materiales más cotidianos, como el agua congelada con sal, con una nueva perspectiva científica.

Referencias de la noticia

-TechXplore. Bending salty ice could be a power source of the future.

-X. Wen. Streaming flexoelectricity in saline ice. Nature Materials (2025).

-Lee, D. Salt turns ice into a powerful flexoelectric material. Nature Materials (2025).