Destellos originados en las plantas podrían afectar la calidad del aire

Durante las tormentas eléctricas se producen pequeñas descargas en las hojas más altas de los árboles. ¿Sabías que pueden afectar la calidad del aire? Encuentra aquí la respuesta y otras curiosidades relacionadas con las plantas y el aire que las rodea.

tormentas eléctricas y árboles
Al ocurrir una descarga eléctrica e interactuar con los árboles, se produce un efecto no deseado.

Desde hace varias décadas los científicos han observado el comportamiento de los árboles durante las tormentas eléctricas. Se sabe que alrededor de las hojas más altas aparecen chispas azules, que revelan la presencia de campos electromagnéticos asociados al fenómeno meteorológico.

Estas mini descargas que son identificadas como “coronas”, según los resultados de una investigación publicada en el Journal of Geophysical Research, generan una gran cantidad de radical hidroxilo (OH) y de radical hidroperoxilo (HO2), sustancias químicas que inciden en los procesos de oxidación en las proximidades de las hojas.

Se sabe que si el radical OH reacciona con el oxígeno puede dar lugar al ozono, que es tóxico para los seres humanos.

Está demostrado que si en la troposfera se produce la reacción del OH con el metano —uno de los gases de efecto invernadero— en presencia de óxido de nitrógeno (NO y NO2), se eliminan las moléculas dañinas, y los productos de la descomposición reaccionan con estos gases para “reformar” el radical hidroxilo (OH), que permanecerá en la atmósfera.

¿Qué se ha descubierto?

Investigaciones recientes de la Universidad Estatal de Pensilvania, atribuyen a la ocurrencia de rayos durante las tormentas el origen de la sexta parte de todo el radical hidroxilo OH presente en la atmósfera.

tormentas eléctricas en ciudad
Si tenemos en cuenta que cada año ocurren unos 17 millones de tormentas eléctricas en el mundo, el contenido de OH en la atmósfera está garantizado.

Si en nuestro planeta existen 3 billones de árboles, que pudieran estar en zonas propensas a la ocurrencia de descargas eléctricas, y las coronas que se generan están aportando OH a la atmósfera —aunque en menor medida—, pudiéramos concluir que están involucrados en la calidad del aire en la zona donde se encuentran.

No obstante, las conclusiones definitivas sobre este tema están por llegar, pues para la comprensión del fenómeno a escala global se necesita analizar un repertorio mayor de datos.

Los árboles y la calidad del aire en las ciudades

En un planeta donde 443 mil millones de personas viven en zonas urbanas —según datos del Banco Mundial al cierre de 2021— la atención a la calidad del aire en las ciudades reviste vital importancia. La contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental a la salud humana, por lo que durante décadas los científicos tratan descifrar los mecanismos de las plantas que trabajan en la “limpieza” del aire y potenciar su presencia en las áreas pobladas.

Los árboles extraen contaminantes de la atmósfera de dos formas: incorporan gases y partículas al interior de las hojas donde las disuelven en el agua presente en su interior; o las adhieren a la superficie del follaje, donde pueden permanecer hasta que el viento las suspenda en el aire o la lluvia las disuelva y lleve al suelo.

Se estima que entre el 1 y el 15% de las partículas contaminantes del aire en una ciudad pueden ser “gestionadas” por los árboles de distintas especies.

Las investigaciones sobre el aporte de las plantas al mejoramiento de la calidad del aire continuarán, pero fomentar los espacios verdes en las ciudades es un primer paso para respirar mejor.