El colapso de la AMOC ya no es un riesgo remoto, sino una amenaza inminente para el clima europeo y global
El calentamiento global está alterando este equilibrio, ya que el aumento de las temperaturas en el Ártico ralentiza el enfriamiento de las aguas, lo que dificulta el hundimiento. Un nuevo estudio sugiere que el colapso de la AMOC está muy cerca.

Un estudio reciente, publicado en la revista “Environmental Research Letters”, revela que el colapso de la Circulación Meridional Atlántica (CMA) ya no puede considerarse un evento de baja probabilidad.
Por el contrario, el punto de no retorno podría superarse en pocas décadas , con un colapso real en un plazo de 50 a 100 años. Este descubrimiento, basado en modelos climáticos que se extienden hasta el año 2500, desafía las evaluaciones previas del IPCC y alerta sobre un fenómeno que podría transformar el clima global, con consecuencias devastadoras para Europa y el resto del mundo.
Pero ¿qué es AMOC?
La AMOC es un sistema de corrientes oceánicas que actúa como una "banda transportadora" del clima global. Transporta agua cálida y salada desde los trópicos hasta el Atlántico Norte, llegando a Europa y el Ártico.
Aquí, las aguas se enfrían, aumentan su densidad y se hunden, creando un flujo de retorno a las profundidades marinas que circula por todo el océano. Este mecanismo no solo regula las temperaturas, manteniendo el clima relativamente templado de Europa Occidental a pesar de su latitud septentrional, sino que también influye en la circulación general de la atmósfera.
New study confirms what I always said, risk of shut down of critical ocean current AMOC is much greater than previously thought, and could shut down as early as 2055 under a high emissions scenario
— GO GREEN (@ECOWARRIORSS) August 29, 2025
Even a slow down itself before a collapse will also have an impact pic.twitter.com/JPyaZJkbRV
Con el declive de la AMOC , Europa podría enfrentarse a inviernos gélidos similares a los de Groenlandia, mientras que los trópicos experimentarían cambios impredecibles en las bandas de lluvia. La corriente se encuentra actualmente en su nivel más bajo en 1600 años, un declive acelerado por la crisis climática causada por las emisiones de gases de efecto invernadero.
El calentamiento global está alterando este delicado equilibrio, ya que el aumento de las temperaturas en el Ártico ralentiza el enfriamiento de las aguas, reduce su densidad y dificulta el hundimiento. Esto crea un círculo vicioso, con una mayor acumulación de agua dulce procedente de las lluvias y el deshielo, lo que diluye aún más la salinidad y debilita la corriente.
Según el nuevo estudio, es un riesgo subestimado
La nueva investigación, realizada por un equipo internacional, supera estas limitaciones al extender las simulaciones a 2300 y 2500. Utilizando modelos estándar del IPCC, los científicos examinaron tres escenarios de emisiones: creciente, intermedio y bajo.
Estos datos son el resultado de análisis sofisticados, pero no están exentos de incertidumbres. Las muestras de simulación posteriores a 2100 son limitadas, y los modelos no incorporan plenamente el impacto del derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia, que podría acelerar el proceso. Observaciones recientes confirman esta tendencia descendente, ya prevista por los modelos climáticos.
¿Cuáles serían las repercusiones directas del colapso de Amoc?
En Europa, esto se traduciría en un extremo aún mayor de las estaciones, con inviernos cada vez más fríos y duros y veranos más calurosos, con largos períodos de sequía.
Pero un colapso de la AMOC no es solo una amenaza regional; podría aumentar el nivel del mar hasta 50 centímetros, exacerbando el aumento ya en curso y amenazando a las ciudades costeras. Incluso un simple debilitamiento, previsto para las próximas décadas, alteraría significativamente el clima europeo, con sequías estivales cada vez más extremas y olas de frío invernal.

Todo esto podría tener graves consecuencias para la economía, la seguridad alimentaria y la biodiversidad. La investigación destaca que, incluso con reducciones drásticas de emisiones, el riesgo se mantiene en un 25 %, un nivel que los expertos definen como inaceptable.
Debemos actuar rápidamente para evitarlo, aquí están las soluciones
Esta investigación no es solo una llamada de atención científica, sino un imperativo político global. Los objetivos del Acuerdo de París, si bien ambiciosos, podrían no ser suficientes. Incluso en escenarios de bajas emisiones, el riesgo persiste.
Encontrar una solución inicial requeriría recortes drásticos en las emisiones de combustibles fósiles, acelerar la transición a la energía renovable y proteger ecosistemas como la selva amazónica, que influyen indirectamente en la AMOC.
Como enfatizan los expertos, al reducir las emisiones ahora, podemos mitigar el riesgo y preservar un clima estable para las generaciones futuras. Es hora de actuar con urgencia, antes de que la cadena de suministro de nuestro planeta se detenga para siempre.