Gas metano: beneficios vs perjuicios ¿Qué hacer en los próximos años?

El metano es el principal componente del gas natural y por tanto, un valioso recurso energético. Pero también es considerado un gas de efecto invernadero que está acelerando el calentamiento global. Conoce aquí los más recientes datos revelados en un informe de la ONU sobre el tema.

gas metano
Desde el 2008 se ha registrado un aumento del metano en la atmósfera, y en el 2019 ya alcanzó unas 2,5 veces con respecto a la era preindustrial. Entre 1985 y 2020 el promedio de concentración del metano en la atmósfera creció en un 14,3%.

Durante décadas las investigaciones sobre el cambio climático han apuntado a la presencia del CO2 en la atmósfera como el causante del 70% del incremento de la temperatura del Planeta. Sin embargo atrae nuestra atención un “nuevo” responsable de este fenómeno: el metano.

Según se reveló el pasado lunes (09) en el informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) el metano ha estado directamente vinculado con alrededor de 0,3°C de los 1,1°C en que se ha incrementado la temperatura global desde la segunda mitad del siglo XVIII, cuando la Revolución Industrial en Inglaterra dio paso a cambios tecnológicos que comenzaron a impactar negativamente el medio ambiente.

Este documento, dado a conocer durante el evento convocado por la ONU, fue redactado a partir del análisis de 14 mil artículos científicos, y entre otros temas neurálgicos, abordó las acciones para mitigar el cambio climático con la reducción de las emisiones del metano. Se sabe que el dióxido de carbono en nuestro entorno puede permanecer un promedio de 100 años, en tanto que la vida media del metano en la atmósfera es de 12,4 ± 3 años. Sin embargo, en un mismo período de tiempo, el metano es capaz de “atrapar” el calor en la atmósfera entre 28 y 34 veces más que el CO2.

gases efecto invernadero
Resulta menos compleja la reducción de metano que la de dióxido de carbono.

El aumento de la temperatura en la Tierra no es solo un problema de futuro, es ya parte de nuestra vida cotidiana. Llegar a suprimir los 40 mil millones de toneladas de CO2 que como promedio se emiten a la atmósfera cada año, llevará esfuerzos en el desarrollo de energías limpias y políticas ambientales más responsables. Es por ello que la reducción del metano parece ser la vía más rápida para cambiar la curva de temperatura en los próximos 10 años.

Cómo llega el metano a la atmósfera y qué hacer para eliminarlo

El metano es un gas incoloro, inodoro, insoluble en agua y de menor densidad que el aire. Su origen puede ser por fuentes antropogénicas, es decir, como consecuencia de las actividades humanas, o por fuentes naturales como los humedales.

El gas natural (compuesto entre un 80-98% por metano) vinculado a la extracción del petróleo, durante mucho tiempo fue considerado un subproducto sin valor comercial, por lo que se expulsaba directamente a la atmósfera.

fracking
Con el boom del fracking, se ha registrado un aumento considerable de las emisiones de metano.

En la actualidad este gas se aprovecha como fuente de energía, pero persisten las emisiones relacionadas con fugas de gas o la combustión incompleta. La minería del carbón, la agricultura, la ganadería y el tratamiento de residuos urbanos, son responsables de gran parte de las emisiones de este gas.

Cifras que han trascendido recientemente indican que en América Latina el 14% del metano que llega a la atmósfera proviene de la descomposición de los desechos orgánicos del ganado, mientras que en América del Norte y el Medio Oriente los mayores valores se asocian a la industria petrolera con un 14% y 18%, respectivamente.

vacas
La ganadería es de las principales fuentes de metano. Muchas industrias dependen de ello.

Una iniciativa que ha alcanzado notable influencia es la Global Methane Initiative (GMI). Los países socios de la GMI, responsables del 70% de las emisiones antropogénicas del mundo, encaminan esfuerzos en el desarrollo de tecnologías para capturar el metano para su uso como fuente de energía limpia, así como promover mejores prácticas en el manejo de vertederos y plantas de tratamiento de residuales, protegiendo los ecosistemas locales y reduciendo el impacto a nivel global de las emisiones de gases efecto invernadero.

No podemos permanecer ajenos a la alerta que ha dado la ONU sobre los efectos del metano en la crisis climática que hoy enfrentamos. De las acciones de hoy depende el futuro de todos.