La Oscilación Madden-Julian modula la humedad de los ríos atmosféricos que llegan a Chile
Los ríos atmosféricos que llegan a Chile podrían ser modulados por la Oscilación Madden-Julian, lo que provoca pasar de semanas muy lluviosas a otras muy secas en pleno invierno.
En pleno invierno, hay semanas en que el cielo del centro-sur de Chile se descarga con lluvias persistentes a pesar de que el océano Pacífico ecuatorial no muestre señales de El Niño o La Niña. Y es que en la escala de las semanas, conocida como la escala subestacional o intraestacional, son otras las oscilaciones que dominan.
Desde hace varios años se ha documentado una relación entre la Oscilación Madden-Julian y las precipitaciones en Chile en la escala subestacional. Recientemente, una investigación apuntó a entender el mecanismo físico detrás de esta relación y apunta hacia los ríos atmosféricos y la propagación de ondas atmosféricas.
Tormentas, ondas y ríos atmosféricos
La Oscilación Madden-Julian (MJO) es una onda de convección tropical que da la vuelta al planeta cada mes y medio, aproximadamente, creando la suficiente divergencia en altura para propagar ondas atmosféricas de Rossby. Estas ondas de Rossby viajarán desde los trópicos hacia los extratrópicos provocando alteraciones en el clima local varios días después de la perturbación tropical original.
La posición de la MJO en el trópico determina en qué fase se encuentra la MJO, lo que a su vez determinará las anomalías de precipitación en la zona tropical y dónde se encontrarán las fuentes para la propagación de ondas de Rossby. Los trabajos que han estudiado la relación entre la MJO y la precipitación han encontrado que cuando la MJO se encuentra en la fase 8 o 1, llueve más en Chile central, al menos durante la temporada lluviosa abril-septiembre.
El mecanismo físico detrás de esta relación estadística radica en los transportes de humedad y ríos atmosféricos. Cuando la MJO se encuentra en la Fase 1, la probabilidad de lluvia aumenta en Chile central, gracias a un "efecto dominó" que comienza unos 10 a 15 días antes, cuando la MJO está en sus fases 7 y 8.
Son 3 las ondas que se combinan en estos casos:
- Desde el Índico al Pacífico Sur: una onda que cruza el ecuador desde el océano Índico norte y avanza por las latitudes altas del Pacífico Sur.
- Desde el sudeste asiático: otra onda que nace en la región del Continente Marítimo (Indonesia y alrededores) y viaja por latitudes medias y bajas del Pacífico, reforzando un “tripolo” de altas y bajas presiones frente a la costa sudamericana.
- Desde Centroamérica y el Pacífico oriental: una tercera onda que cruza de norte a sur, fortaleciendo la alta subtropical y canalizando humedad desde el Pacífico oriental hacia las latitudes medias.
Cuando estas tres ondas se combinan, se forma un corredor de vapor de agua que recuerda a los ríos atmosféricos: auténticas “autopistas de humedad” que llevan grandes cantidades de agua desde los trópicos hasta el sur de Chile. Esa es la receta para las lluvias intensas observadas durante la Fase 1.
Más allá del Niño y la Niña
Los resultados anteriores se basan en años de condiciones neutras del ENSO, es decir, sin El Niño ni La Niña, sin embargo:
-
Durante El Niño, ese corredor de humedad podría intensificarse, aumentando las precipitaciones. Ya es sabido que durante los años El Niño los ríos atmosféricos que llegan a Chile son más largos e intensos, lo que provoca un aumento en las precipitaciones.
-
Con La Niña, el patrón se mantiene, pero algo más débil y con un desarrollo distinto en el Pacífico Sur. Durante La Niña, la actividad de ríos atmosféricos hacia Chile se reduce en frecuencia e intensidad.
Esto sugiere que el latido de la MJO puede amplificar o atenuar sus efectos dependiendo del trasfondo de El Niño o La Niña.
Referencias para esta nota
- Matus, F., Rondanelli, R., Rutllant, J., & Henderson, S. (2025). Mechanisms for the influence of the MJO on precipitation in Southwestern South America. Journal of Geophysical Research: Atmospheres, 130, e2024JD041935. https://doi.org/10.1029/ 2024JD041935