Nuestra marca en el mundo ¿Qué es la huella de carbono y dónde se puede medir?

Desde las grandes industrias hasta cada uno de nosotros deja su marca de emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Qué actividades las generan? ¿Cómo saber cuál es el aporte de cada persona? ¿Qué hacer para recudir?

La huella de carbono es una medida de la cantidad total de gases de efecto invernadero, especialmente el CO₂, liberados directa o indirectamente por una persona, un grupo, un país, etc.

¿Cuál es tu huella de carbono? Desde que abres los ojos por la mañana, cada cosa que haces, e incluso, hasta beber un vaso de agua o encender la luz, todo deja una marca sobre este mundo. Está bien, no es comparable a la de una oficina comercial, fábrica, industria, avión o automóvil. Pero todo suma.

Cada aspecto de nuestras existencias deja una marca, una huella de carbono, que se puede medir y, por lo tanto, se puede reducir.

¿De qué se trata? La huella de carbono corresponde a la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI), en este caso específico de dióxido de carbono (CO₂), emitidos al ambiente por una persona, un grupo, un país, una industria, un servicio, etc.

Las acciones humanas pueden ser individuales o colectivas. Su impacto se mide en toneladas o kilos de CO₂, uno de los principales gases de efecto invernadero, de hecho, el más duradero en la atmósfera.

¿Qué mide la huella de carbono?

“La huella de carbono nace como una medida para cuantificar el impacto que una actividad o proceso tiene sobre el cambio climático más allá de los grandes emisores”, detalla el Ministerio de Medio Ambiente de Chile (MMA).

El medir esto “sirve como una útil herramienta de gestión para conocer las conductas o acciones que están contribuyendo a aumentar las emisiones, cómo podemos mejorarlas y realizar un uso más eficiente de los recursos”, afirman desde el MMA. La medición de huella de carbono se aplica a diversos productos y actividades.

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En el caso de algunos productos, el cálculo se enfoca en las materias primas, fabricación, transporte y gestión final del residuo. Para individuos, es habitual medir la huella de carbono en actividades de la vida diaria, tal como el desplazamiento en avión, auto, tren u otros.

¿Cómo se calcula?

La huella de carbono individual se mide según el estilo de vida de cada persona y las actividades cotidianas que dan lugar a emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Cuáles?:

  • Uso de transporte.
  • Uso de electricidad y energía.
  • Rutina alimentaria.
  • Hábitos de consumo.
  • Residuos generales.

En las redes existen herramientas gratuitas para calcular la huella de carbono de cada persona, entre ellas, Naciones Unidas la tiene a disposición en internet. Ahí debemos responder una serie de consultas relacionadas con nuestros hábitos diarios. Conociendo eso podemos tomar medidas para reducir nuestra marca negativa como, por ejemplo, las siguientes.

  • Reduzca el consumo de energía.
  • Elegir energías renovables.
  • Adquirir equipos de bajo consumo.
  • Usar transporte público.
  • Caminar o usar bicicleta.
  • Comer menos carne.
  • Comprar productos locales.
  • Reciclar.