Parhelios: ¿por qué se pueden ver tres soles en el cielo?

¿Alguna vez has mirado al cielo y creído ver tres soles? No es una ilusión ni un montaje: se trata de un fenómeno óptico llamado parhelio, también conocido como “falso sol” o “sun dog” en inglés. Aunque parezca de otro planeta, este espectáculo puede verse en casi cualquier parte del mundo.

Un parhelio es una mancha brillante que aparece a la izquierda y/o a la derecha del Sol, a su misma altura en el horizonte. Puede ser uno o dos; a menudo tienen colores tenues, con un borde rojizo hacia el Sol y azulado hacia afuera, y pueden acompañarse de un halo circular; pueden ser tan intensos y brillantes que parecen dos soles más en el cielo.

Posibilidades de ver un trío de soles

Los parhelios se producen por la refracción de la luz solar a través de cristales de hielo hexagonales suspendidos en las nubes altas del tipo cirrus. Cuando estos diminutos prismas están bien alineados, desvían la luz solar y pueden proyectar falsos soles o halos.

Las nubes altas son clave, ya que a mayor altura, menor es la temperatura en la atmósfera y mayores son las probabilidades de que haya muchos cristales de hielo que actúan como prismas. La luz solar entra en el cristal de hielo hexagonal por una cara lateral y sale por otra cara que está inclinada a 60 grados

Además de las nubes altas, la posición del sol también es un factor importante. Es más fácil ver un parhelio cuando el sol está bajo en el cielo, como al amanecer o al atardecer. Los parhelios dejan de ser visibles si el sol supera un ángulo de elevación de 45 grados.

En Chile, aunque no hay muchos registros, sí hay zonas donde pueden darse las condiciones para que aparezcan, como las zonas cordilleranas del norte y del centro, ya que la altura y el aire frío favorecen la formación de cristales de hielo en capas altas, y en el sur, en invierno, cuando llegan frentes fríos con cirrus altos.

En general, los mejores lugares son aquellos con cielos despejados, altitud considerable y aire seco y frío, como el altiplano o la zona cordillerana.

La ciencia detrás del fenómeno

Los parhelios están relacionados con las condiciones meteorológicas del momento, pero pueden anunciar la llegada de un frente cálido o un cambio en el tiempo, ya que los cirrus suelen aparecer antes de una perturbación atmosférica.

Forman parte de una amplia familia de fenómenos ópticos atmosféricos, como los halos y los arcos o pilares de luz, que revelan la presencia de cristales de hielo en las capas superiores de la atmósfera.

Los cristales de hielo actúan como pequeños prismas que separan la luz en sus colores, como un arcoíris. La luz roja se refracta menos y queda cerca del Sol, mientras la azul se dispersa hacia afuera, dejando tonos amarillos o naranjos en el centro.

Este juego de refracción y dispersión explica el brillo e iridiscencia de los parhelios, visibles cuando los cirrus dominan el cielo. Para observarlos sin riesgo, nunca se debe mirar directamente al Sol sin protección adecuada, pues puede causar daños visuales.