Refugios con reserva incluida: la estrategia que llega a Chile para hospedar insectos y restaurar la biodiversidad
Estos “hoteles” ya se instalan en plazas, huertos y colegios como herramienta de conservación y educación ambiental

Cuando desaparecen los insectos, el mundo no hace ruido. No hay sirenas ni luces de alarma. Pero basta mirar un huerto que no da frutos, un árbol que florece sin visitantes, para entender que algo anda mal.
Cada vez hay menos abejas, mariposas, escarabajos y otros pequeños polinizadores. Y aunque no los veamos, su ausencia afecta todo, desde los tomates del almuerzo hasta la salud de los ecosistemas que habitamos.
Ante esta crisis ambiental, ha surgido una iniciativa simple pero poderosa: los hoteles para insectos. Pequeñas estructuras que ofrecen techo y cobijo a polinizadores y controladores de plagas.
Un hogar de cinco estrellas
A simple vista, los hoteles de insectos parecen casitas de juguete o esculturas de jardín, pero su diseño está lejos de ser decorativo.
Son estructuras compuestas por pisos y compartimentos hechos con materiales naturales como madera, ladrillos, piñas de pino o tallos de frambuesa, dispuestos cuidadosamente para atraer a distintos tipos de insectos según sus necesidades.
“La función principal de estos hoteles es ofrecer alimento y cobijo, permitiendo que los insectos se queden cerca del cultivo o jardín, ayudando a controlar plagas desde principios de primavera”, señala un informativo del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
Cuidado con los huéspedes invasores
Aunque estos hoteles son una herramienta prometedora, no son infalibles y es importante considerar sus pros y contras.
Rodrigo Barahona, doctor en Ciencias Silvoagropecuarias y profesor de la Universidad de Los Lagos, explica en un artículo de Ladera Sur que, si bien los hoteles pueden aumentar el número de especies en un jardín, hay datos contradictorios porque en algunos casos lo reduce.

“Esto puede ocurrir porque llegan especies invasoras [...] que acaparan la estructura del hotel, como la Xylocopa augusti o la Xylocopa splendidula, abejas carpinteras introducidas en Chile”, agrega.
De la plaza al huerto: iniciativas que florecen en Chile
En nuestro país, varias organizaciones están impulsando esta idea. Una de las más activas es la Fundación Abejas de Chile, que ha desarrollado un innovador proyecto llamado “Comarcas”.
Tal como explica la Fundación en su sitio web, la primera Comarca Urbana se instaló en la plaza Loreto Cousiño, en Providencia, y fue todo un éxito. Las abejas llegaron, anidaron y la comunidad se involucró en su cuidado.

Otra historia interesante está ocurriendo en el sector La Cascada de Curanilahue, en la región del Bíobío, donde la Red de Prevención Comunitaria y el centro de investigación Bioforest instalaron el primer hotel de insectos de la comuna.
Desde los campos de cultivo hasta la plaza del barrio, los hoteles de insectos están tomando protagonismo como herramienta de restauración ecológica y educación ambiental.
Su éxito no depende solo de la madera y los agujeros que los componen, también de nuestro compromiso con conservación de la biodiversidad.
Fuentes y referencias de la noticia:
- Mc Leod B., C, Águila M., K, Zegers M., G & Cárcamo G., J. (2021). Refugio u "Hoteles de Insectos", simulación de hábitat para el establecimiento de fauna auxiliar. Punta Arenas, Chile: Informativo, INIA.
- Tamara Núñez. (2023). Hoteles para insectos: una iniciativa que crece en Chile. Ladera Sur.
- Fundación abejas de Chile. ¿Qué son las Comarcas? Publicado en el sitio web de la institución.