¿Todo por el litio? Qué es el “oro blanco” y por qué es tan codiciado

¿Qué es el litio? El litio (Li) es un elemento químico alcalino, metálico, diamagnético, pero muy reactivo al aire o al agua (parecido al sodio). En su forma pura es un metal blando, blanco plateado y ligero que se encuentra en las salmueras o rocas.

El litio es el metal conocido más liviano y cuenta con excelentes propiedades de conducción de calor y electricidad. Estas cualidades favorecen que tenga múltiples aplicaciones en el sector industrial y especialmente en el ámbito de las baterías.

Se estima que el más grande depósito de este elemento se ubica en el “triángulo del litio” que comparten de Argentina, Bolivia y Chile en el sector andino. De la trilogía, nuestro país es el que congrega la mayor provisión en forma salmuera.

En la actualidad el mayor productor de litio en el planeta es Australia en dónde se encuentra en rocas lo que encarece su extracción —a diferencia de Chile, el segundo mayor extractor, que lo tiene en salmuera—. Los mayores compradores de litio son China, Japón y Corea del Sur.

Litio en tus manos

¿Dónde estás leyendo este artículo? Ya sea que lo hagas en tu teléfono móvil, tablet, computador de estación o portátil, en fin, lo cierto es que en tus manos tienes algo de litio. Y claro este es un elemento clave en la producción de baterías recargables.

Además, el boom de la electromovilidad ha transformado el litio en el “oro blanco” de la minería. El litio “tiene muchas propiedades interesantes, entre ellas, ser el metal más liviano que existe y con mayor potencial electroquímico. Por lo tanto, lo hace un elemento fundamental para construir baterías eléctricas” dice Gonzalo Gutiérrez, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile en un articulo publicado en la página de la casa de estudios.

Marcos Flores, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile lo califica como un elemento “bastante interesante”, ya que “es fácil de usar y al ser pequeño se puede producir en escala atómica en cualquier lugar”.

¿Y el llamado a reducir?

“Es imperativo cambiar y hacer una transformación energética desde combustibles fósiles a energías renovables no convencionales. El gran problema de la energía eléctrica es cómo almacenarla y allí es donde entran las baterías de litio”, sostiene Gonzalo Gutiérrez.

El tema es que la crisis climática y ecológica, más que nuevos métodos que contaminen un poco menos que los convencionales, requiere impulsar el decrecimiento de manera planificada, especialmente, en la producción en masa de artículos o accesorios que no son fundamentales para el buen vivir.

En este sentido el llamado debiese apuntar a reducir la fabricación, por ejemplo, de automóviles. No el incrementar su producción por el sólo hecho de ser eléctricos. Entonces surge la pregunta, eléctricos a qué precio para el bienestar general.

Además, en el caso de la extracción del litio, los expertos coinciden en que “la minería y cualquier explotación de un bien natural estratégico requiere dos condiciones básicas: condición de sustentabilidad, que sea lo más amigable con el medio ambiente posible, y la aprobación de las comunidades que están allí. Ya no se resiste lo de zona de sacrificio, ya no se puede hacer una extracción depredadora absolutamente del medio ambiente”.