¿Un "eslabón perdido" más antiguo? Fósil clave en la evolución animal revela su verdadera edad
Nuevo estudio revela que un ancestro de reptiles y mamíferos vivió 14 millones de años antes de lo pensado, llenando un vacío crucial en la historia de la vida terrestre

En los antiguos paisajes volcánicos de Escocia, donde hoy se alzan las colinas de Bathgate, un fósil pequeño y aparentemente discreto ha hecho tambalear el calendario de la evolución.
El Westlothiana lizziae, descubierto en 1984, fue durante décadas un ícono de la transición de la vida acuática a la terrestre. Pero ahora, gracias a una arriesgada apuesta científica, sabemos que esta criatura es aún más antigua de lo que pensábamos.
Una criatura que caminó antes que nadie
Hace más de 300 millones de años, cuando Escocia era una selva tropical salpicada de volcanes, esta mezcla entre lagartija y salamandra fue uno de los primeros vertebrados que se aventuró a salir del agua para vivir sobre tierra firme.
Durante casi cuatro décadas, este fósil había sido una pieza destacada en el rompecabezas evolutivo. Pero algo faltaba: su fecha exacta.
Un salto en el calendario que además de reescribir la “fecha de antigüedad” de este fósil, permite definir en qué período habitó la Tierra: la misteriosa “Brecha de Romer”.
¿Qué es la Brecha de Romer y por qué importa?
Si imaginamos la historia de la vida en la Tierra como una película de muchas horas, la Brecha de Romer sería una escena perdida. Este intervalo, que va desde hace 360 hasta 345 millones de años, ha desconcertado a los paleontólogos durante décadas.
“Me atrevería a decir que no podemos sobrestimar la importancia de estos fósiles”, explicó la paleontóloga Julia Clarke, coautora del estudio publicado en la revista PLOS ONE.

Al respecto agrega que "conocer su edad con más precisión es clave para entender cuándo y por qué ocurrió esta transición fundamental”.
La apuesta científica que dio resultado
El mérito de esta nueva datación recae en la perseverancia —y el riesgo— de Héctor Garza, investigador de la UT, quién apostó por usar una técnica poco convencional para datar estos fósiles: la geocronología con circones.
El método, similar a leer una "huella digital química", reveló que los fósiles son 14 millones de años más viejos que estimaciones previas (331 millones de años).
Saber que Westlothiana y sus compañeros vivieron antes de lo que se pensaba no es un simple ajuste en la línea de tiempo. Es abrir una puerta a un capítulo que se creía perdido.
Héctor Garza, investigador de la UT y líder del estudio.
Con este nuevo dato, el pequeño fósil descubierto hace 40 años cobra aún más protagonismo.
Ya no es solo un testigo del cambio, sino un pionero. Un caminante temprano que desafió el agua, el barro, y los volcanes, para dar un paso —literal y evolutivamente— hacia el futuro.
Fuentes y referencias de la noticia:
- Garza H., et al. (2025). New U-Pb constraints and geochemistry of the East Kirkton Quarry, Scotland: Implications for early tetrapod evolution in the Carboniferous. PLOS One.
- Escuela de Geociencias de la Universidad de Texas. (2025). Long Shot Science Leads to Revised Age for Land-Animal Ancestor. Publiocado en la sección de noticias de la institución.