Flores de invierno en el sur de Chile: los bulbos que resisten el frío y llenan el jardín de color
Incluso bajo la lluvia y las heladas, hay especies que se atreven a florecer. Estas flores bulbosas son las protagonistas del jardín invernal en el sur de Chile.

El invierno en el sur de Chile se asocia a lluvias constantes, neblinas y paisajes apagados. Sin embargo, hay flores que rompen ese esquema: especies bulbosas que no solo resisten el frío, sino que aprovechan esta época para florecer con fuerza y perfume.
Cultivadas desde el otoño, muchas de estas plantas alcanzan su máximo esplendor entre junio y agosto. Algunas lo hacen silenciosamente, al ras del suelo; otras, con llamativas corolas y un aroma inconfundible. Aquí te mostramos las más tradicionales del sur chileno, junto a sus cuidados esenciales.
Narcisos (Narcissus spp.)
Los narcisos son sinónimo de jardín tradicional y color en invierno. Con sus flores en forma de trompeta, generalmente amarillas o blancas, resaltan incluso en días nublados.

Crecen de forma vertical sobre tallos erguidos y muchas variedades florecen desde fines de junio hasta septiembre, marcando el comienzo del cambio de estación. Originarios del Mediterráneo, se han adaptado bien a los climas del sur chileno. Son muy resistentes al frío, a la lluvia y a las heladas suaves, lo que los convierte en una de las especies más confiables para jardines húmedos o semisombríos.
- Prefieren suelos bien drenados y exposición a Sol directo o sombra parcial.
- Se plantan en otoño y no deben regarse en exceso una vez brotados.
- Para mantener el bulbo sano, deja el follaje hasta que se seque por completo tras la floración.
Iris de invierno (Iris unguicularis)
Este iris poco conocido florece discretamente en pleno invierno, a menudo en zonas donde todo parece dormido. Sus flores violetas, azuladas o púrpuras surgen desde una mata de hojas estrechas y alargadas, generando un fuerte contraste visual con el entorno.

Es una planta que prefiere climas templados y suelos bien aireados, y que sorprende por su capacidad de florecer desde junio, incluso en condiciones frías y poco luminosas. Tiene un carácter rústico y puede desarrollarse bien en jardines informales o macizos mixtos.
- Tolera la sombra parcial, pero florece mejor con algo de sol directo.
- Requiere suelo liviano, sin encharcamiento.
- Ideal para bordes de senderos, macetas o entre piedras de jardín.
Campanitas (Leucojum vernum)
Estas flores blancas y delicadas aparecen como campanillas colgantes al ras del suelo. Se parecen a los copos de nieve (Galanthus), pero son más grandes y resistentes, lo que las hace ideales para jardines húmedos del sur.

Son una de las primeras en anunciar que el ciclo vegetal sigue activo pese al frío. Florecen desde junio hasta agosto, y suelen formar pequeños grupos si se les deja naturalizar.
- Prefieren suelos húmedos pero no anegados y luz tamizada.
- Soportan bien la sombra parcial, por lo que pueden plantarse bajo árboles caducifolios.
- Una vez establecidos, requieren poco cuidado y pueden permanecer años en el mismo lugar.
Crocus (Crocus spp.)
El crocus es una de las joyas más discretas del jardín invernal. Sus flores, de apenas unos centímetros de alto, surgen directamente desde el suelo con tonos que van del blanco al púrpura intenso, pasando por amarillo y azul.

En jardines del sur, comienzan a florecer en julio si el otoño fue frío. No requieren mucha atención y se prestan bien para cubrir sectores bajos del jardín, entre arbustos o en pequeñas praderas ornamentales.
- Necesitan suelos bien drenados y exposición solar directa.
- Se adaptan a jardines naturalizados o de bajo mantenimiento.
- Se recomienda plantarlos en grupos para un mayor efecto visual.
Jacintos (Hyacinthus orientalis)
Los jacintos ofrecen una floración más tardía, pero sus hojas emergen ya en pleno invierno, lo que los convierte en una promesa de perfume y color.

Sus espigas florales, densas y vibrantes, tienen una fragancia inconfundible. En el sur de Chile, florecen desde agosto, pero ya en julio están bien desarrollados. Son perfectos para macetas, jardineras o bordes de caminos donde puedan ser admirados de cerca.
- Necesitan suelos bien drenados y exposición solar parcial a total.
- En terrenos arcillosos o muy húmedos, es preferible cultivarlos en contenedores.
- También se pueden forzar para florecer bajo techo en agua o musgo húmedo.