Los árboles “negocian” con microbios del suelo para adaptarse al cambio climático, revela estudio
Un nuevo estudio revela que los árboles no solo intercambian carbono por nutrientes del suelo, sino que regulan ese intercambio según la eficiencia microbiana. Esta estrategia simbiótica podría ser clave para su adaptación frente al aumento de CO₂ y el cambio climático.

Bajo la superficie del bosque ocurre una negociación constante. Investigadores descubrieron que los árboles no solo intercambian carbono por nutrientes con los microbios del suelo, sino que regulan activamente ese “pago” en función de lo que reciben a cambio.
Este hallazgo cambia lo que entendíamos sobre las relaciones subterráneas en los ecosistemas forestales, y podría ser clave para anticipar el rol de los bosques frente al cambio climático.
El estudio, liderado por la Universidad de Bangor y publicado recientemente, muestra que el aumento del CO₂ atmosférico modifica la forma en que los árboles distribuyen carbono bajo tierra.
Si los microorganismos no son eficientes entregando fósforo o nitrógeno, los árboles simplemente invierten menos. En otras palabras, ajustan la inversión según el beneficio recibido, como en un mercado ecológico invisible.
Una danza entre raíces y microbios: carbono por nutrientes
Tradicionalmente, se pensaba que los árboles liberaban carbono hacia el suelo de forma constante para sostener a sus aliados microbianos. Sin embargo, este estudio revela una dinámica mucho más sofisticada.
Las plantas, especialmente en condiciones de CO₂ elevado, envían carbono a través de sus raíces solo si los microbios les entregan suficientes nutrientes esenciales, como el fósforo.

Se analizaron diferentes especies de árboles en condiciones experimentales, simulando atmósferas con altas concentraciones de CO₂, como las que se prevén para las próximas décadas.
El resultado fue claro: en suelos ricos, los árboles eran más generosos con los microbios, pero en suelos pobres, reducían su aporte. Esta relación simbiótica se comporta más como una transacción económica regulada por la eficiencia del servicio, que como una cooperación automática.
Implicancias para el futuro de los bosques
Este hallazgo es clave para entender cómo responderán los bosques al cambio climático. Se ha asumido que con más CO₂ los árboles crecerán más rápido, ayudando a mitigar el calentamiento global. Pero si los suelos no tienen suficientes nutrientes, o si los microbios no entregan lo necesario, ese crecimiento podría verse limitado.
Los modelos climáticos que proyectan el secuestro de carbono en los bosques podrían estar sobrestimando su capacidad si no consideran estas negociaciones subterráneas. La eficiencia del sistema depende de toda la red ecológica, no solo del árbol.
Además, este tipo de investigaciones plantea la importancia de proteger la salud del suelo como parte esencial de la lucha contra el cambio climático. Sin microbios funcionales, ni siquiera los árboles más adaptados podrán alcanzar su máximo potencial.
“Los árboles son más selectivos de lo que pensábamos", señalaron los autores del estudio. Su comportamiento demuestra una sorprendente capacidad de adaptación y control sobre su entorno, incluso a nivel microscópico. Esta interacción invisible podría definir el futuro de muchos ecosistemas bajo presión.
Referencias de la noticia
-M. Reay, E. Sayer, Andrew Smith y S. Ulla (2025). El CO₂ elevado altera la inversión relativa de carbono subterráneo para la adquisición de nutrientes en un bosque templado maduro. Universidad de Bangor.