Más resistente que la lavanda: esta aromática luce bien todo el invierno y se adapta a cualquier rincón
Sus hojas no se marchitan con el frío, florece con intensidad y se adapta a macetas: esta aromática lo tiene todo para brillar incluso en climas difíciles.

Hay plantas que simplemente no se rinden cuando bajan las temperaturas. Mientras otras se marchitan o entran en reposo, la salvia común (Salvia officinalis) mantiene su porte elegante, sus hojas perfumadas y un color plateado distintivo. Originaria del Mediterráneo, esta especie se ha ganado un lugar en balcones, huertas y jardines del centro y sur de Chile gracias a su rusticidad y bajo mantenimiento.
Aunque muchas veces es opacada por la lavanda en jardines ornamentales, la salvia común es más resistente al frío y a la humedad, lo que la convierte en una aliada ideal para climas templados o con inviernos marcados. Es perenne, aromática, medicinal y también muy decorativa.
Por qué elegir salvia para tu jardín
Cultivar salvia en casa no solo es una elección estética: también es una apuesta práctica. Sus hojas pueden aprovecharse en infusiones, guisos y preparaciones medicinales, mientras que su presencia en el jardín ayuda a repeler plagas y atraer insectos benéficos durante la floración.
Además, se adapta bien a macetas y jardineras, lo que la hace perfecta para balcones o terrazas frías. A diferencia de otras aromáticas, no entra en reposo completo, y su crecimiento se reactiva rápidamente con los primeros rayos tibios de la primavera.
Cuidados básicos de la salvia en maceta
La Salvia officinalis es resistente, pero agradecerá algunos cuidados mínimos para mantenerse saludable y vigorosa.

Antes de plantar, elige un contenedor de al menos 25 cm de profundidad y asegúrate de que tenga buen drenaje. Aunque tolera el frío, no soporta el encharcamiento, por lo que es ideal usar un sustrato ligero y bien aireado, con compost o arena gruesa mezclada.
En invierno:
- Reduce el riego al mínimo. Solo cuando el sustrato esté seco.
- Ubícala en un sitio con buena luz, aunque no reciba sol directo todo el día.
- Evita el exceso de sombra o ambientes demasiado húmedos.
Floración: más que solo hojas
Aunque la mayoría cultiva salvia por sus hojas, la floración de la Salvia también merece atención. Sus flores, que aparecen entre fines de la primavera y comienzos del verano, son de color violeta, agrupadas en espigas verticales que se elevan por sobre el follaje.

- Son muy atractivas para abejas y polinizadores.
- Si se recortan después de marchitarse, es posible lograr una segunda floración más ligera en otoño.
En climas muy templados, algunas plantas pueden emitir flores aisladas incluso en invierno tardío.
Variedades ornamentales de salvia
La salvia común tiene también variedades ornamentales que combinan color y rusticidad, perfectas para quien quiere dar un toque decorativo al jardín:
- Tricolor: hojas en verde, blanco y rosado. Muy decorativa en macetas mixtas.
- Icterina: hojas verde limón con bordes amarillo intenso, muy luminosa y fácil de distinguir. Aporta un efecto visual vibrante.

- Purpurascens: hojas moradas que aportan contraste, incluso sin floración.
- Berggarten: hojas anchas, de color plateado más uniforme y sin floración abundante.
Todas ellas comparten las mismas características de resistencia y bajo mantenimiento, y pueden cultivarse juntas para crear combinaciones de textura y color.