Sabor nativo: 4 arbustos frutales que puedes cultivar en jardines del sur de Chile
¿Buscas un jardín resistente, bello y sabroso? Estas especies del bosque nativo chileno prosperan en climas fríos, ofrecen frutos comestibles, llenos de propiedades y requieren muy poco mantenimiento.

En el sur de Chile, el frío y la humedad marcan el ritmo del jardín. Pero eso no significa resignarse a un espacio apagado: varias especies nativas no solo sobreviven en estas condiciones, sino que florecen, fructifican y llenan de vida los rincones más sombríos del paisaje.
Entre ellas, destacan arbustos frutales que pueden cultivarse con fines ornamentales, comestibles y ecológicos. Adaptados al clima local, aportan belleza durante todo el año, requieren poca agua y permiten reconectar con los sabores del bosque chileno. Aquí te presentamos cuatro favoritos que vale la pena tener en casa.
Murta (Ugni molinae)
La murta, también llamada murtilla, es una de las frutas silvestres más tradicionales del sur. Este arbusto siempreverde, de hasta 1,5 metros de altura, ofrece pequeñas bayas rojas o moradas de aroma intenso y sabor dulce con un toque picante, muy apreciadas para hacer mermeladas, licor de murta o simplemente comer frescas.

Florece entre fines de primavera e inicios del verano con pequeñas flores blancas o rosadas en forma de campana. Los frutos maduran hacia el otoño. Su follaje es compacto, brillante y perenne, lo que la convierte también en una excelente planta ornamental.
Requiere suelos ácidos y húmedos, y se adapta bien a media sombra. No es invasiva y tolera las heladas del sur sin problemas. Además, sus frutos tienen un alto contenido de antioxidantes como antocianinas, beneficiosas para la salud cardiovascular.
Michay (Berberis darwinii)
El michay es un arbusto rústico, de crecimiento denso y espinoso, que alcanza entre 1,5 y 2 metros de altura. Produce frutos redondos de color azul oscuro, parecidos al arándano, pero de sabor ácido y refrescante.

Son ricos en vitamina C y antioxidantes, y se usan en jugos, conservas y repostería. Florece en primavera con racimos de flores amarillas muy llamativas, y da frutos hacia el verano. Se adapta a suelos pobres y bien drenados, y tolera tanto el viento como el frío intenso. Es ideal como barrera natural o cerco vivo. No es invasivo, pero sus espinas pueden hacerlo incómodo para áreas de mucho tránsito.
Calafate (Berberis microphylla)
El calafate es un arbusto leñoso, también espinoso, que alcanza hasta 2,5 metros de altura. Produce frutos azul oscuro, más grandes y dulces que los del michay. Son altamente valorados en la gastronomía sureña y poseen gran cantidad de antioxidantes, incluyendo antocianinas.

Florece entre fines de primavera y comienzos del verano con flores amarillas, y sus frutos maduran a mediados del verano. Se adapta bien al frío, a suelos pobres y al viento, lo que lo hace ideal para zonas rurales o laderas. Su presencia es más común en la Patagonia, aunque puede cultivarse sin problemas en jardines del sur. No es invasivo, pero necesita algo de espacio por su tendencia a formar matorrales densos si no se poda.
Chaura (Gaultheria mucronata)
La chaura es una planta siempreverde de porte bajo, que no supera los 80 cm de altura. Forma matas densas, lo que la convierte en excelente cubresuelo o borde de senderos. Sus frutos, redondeados y de colores que van del blanco al rosado y púrpura, son comestibles y de sabor dulce, similar al arándano.

Florece en primavera con pequeñas flores en forma de campana, blancas o rosadas, que dan paso a frutos comestibles entre fines del verano y otoño. Sus bayas tienen compuestos antioxidantes, aunque en menor cantidad que el calafate o el maqui.
Es ideal para zonas húmedas, ácidas y con buena sombra parcial. No es invasiva, pero se extiende lentamente por rizomas, formando un colchón vegetal muy decorativo. Su crecimiento es lento, pero su resistencia al frío y su valor ornamental la hacen una favorita para jardines de montaña.