Este viernes 26 de septiembre se esperan hasta 30 mm de lluvia en la zona central de Chile

    Tras las intensas lluvias de Fiestas Patrias, otro sistema frontal avanza hacia Chile. Nuevamente, la zona central se verá afectada, especialmente Ñuble, Maule y Biobío, donde podrían registrarse más de 30 mm en solo un día.

    El fin de semana largo, recién pasado estuvo marcado por un frente frío que sorprendió por su intensidad y alcance. En varias ciudades de la zona central se reportaron fenómenos poco habituales para la época, como granizos y tormentas eléctricas en Valparaíso y Santiago, además de un posible tornado en Linares, que encendió las alarmas en la comunidad local.

    Este sistema frontal se extendió desde la Región de Los Lagos hasta el norte de Valparaíso, mostrando la amplitud de su impacto. En el sur, las precipitaciones comenzaron a registrarse el 20 de septiembre y rápidamente superaron los 50 mm en menos de 24 horas en sectores interiores y precordilleranos, provocando anegamientos y crecidas de cauces menores.

    Se aproxima otro sistema frontal

    Una nueva baja presión ya comienza a ingresar por la zona austral y dejará precipitaciones en Patagonia desde el jueves 25. Con el avance del frente frío hacia el norte, se espera que Biobío reciba las primeras lluvias la madrugada del viernes 26. Durante la tarde, el evento alcanzará a las regiones de Valparaíso y Metropolitana.

    Los primeros impactos del sistema frontal comenzarán a sentirse durante el día jueves dejando las primeras precipitaciones en la zona austral del país. En la figura se puede apreciar la extensión del frente frío.

    Será un sistema de características frías, lo que favorecerá la acumulación de nieve en la cordillera, desde Biobío hasta la Región de Coquimbo.

    Montos acumulados

    Las regiones del Maule, Ñuble y Biobío serían las más golpeadas, con acumulados que podrían superar los 30 mm en 24 horas. Más al norte, entre Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana, las lluvias serán más acotadas, con montos que irían entre 7 y 15 mm en la mayoría de los sectores.

    Valparaíso recibiría cerca de 15 mm, Santiago apenas 7 mm y Rancagua no superaría los 11 mm. En la costa de O’Higgins, sin embargo, los acumulados podrían llegar a 20 mm.

    Sectores que se vieron fuertemente afectados por el evento pasado, se verán nuevamente afectados. Linares, Concepción y Chillán serán las ciudades más afectadas de la zona central.

    Discrepancia en los modelos

    Aún quedan varios días y la incertidumbre es alta, por lo que los modelos muestran diferencias relevantes:

    1. Alcance del sistema: el GFS proyecta lluvias incluso hasta Coquimbo, mientras que ECMWF las limita al norte de Valparaíso.

    2. Distribución espacial: ECMWF enfatiza el rol de la cordillera de la Costa, con montos más altos en la franja costera y precordillera, mientras que GFS concentra lo más intenso solo en la precordillera.

    3. Montos máximos: ECMWF estima acumulados cercanos a los 40 mm en sectores puntuales; GFS, en cambio, los limita a unos 30 mm.

    Estas discrepancias son comunes en primavera, cuando los frentes fríos llegan debilitados al centro-norte y resulta más difícil precisar el impacto final.

    Los modelos ECMWF (izquierda) y GFS (derecha) presentan diferencias significativas en cuanto a los montos acumulados, el modelo ECMWF proyecta más precipitaciones en distintos sectoeres de la zona central, mientras que GFS proyecta menos, con núcleos máximos bien acotados.

    En resumen, todo indica que la zona central de Chile volverá a experimentar un episodio de precipitaciones relevantes este viernes 26 de septiembre. Los acumulados más importantes se concentrarán entre Biobío y Maule, con montos que podrían superar los 30 mm, mientras que hacia Valparaíso y Metropolitana las lluvias serán más acotadas.

    Aunque aún existe incertidumbre en torno a los montos y la distribución de las precipitaciones, es fundamental estar atentos a las actualizaciones del pronóstico.

    Con la llegada de la primavera, estos sistemas pueden cambiar rápidamente de intensidad y alcance, por lo que la preparación de la población y el monitoreo constante serán claves para reducir impactos.