La Ley de Borde Costero vigente en la actualidad en Chile, después de 25 años requiere de una revisión y cambio hacia una nueva Ley de Costas que considere "Zonas costeras" en lugar de "Borde costero"
Roberto Agredano Martín
Redactor colaborador - 28 artículosArtículos de Roberto Agredano Martín
La superluna ayuda a incrementar el efecto que ésta tiene sobre los océanos, provocando que las mareas sean más intensas en todas las partes del planeta. Esta es una consecuencia de la alineación planetaria del Sol, la Luna y la Tierra.
Las corrientes oceánicas cumplen una función esencial en mantener el equilibrio térmico del planeta, pero los efectos del cambio climático tienen repercusiones en ellas, que van desde contribuir al aumento del derretimiento de los polos hasta disminuir la biodiversidad marina.
Los aumentos del nivel del mar debidos al cambio climático pueden parecer pequeños y lentos, pero aún así implican grandes riesgos, tanto para las comunidades costeras como para las infraestructuras que allí se ubican.
Las costas naturales tienen un rol de protección frente a eventos extremos que se ve disminuido, o incluso impedido, por el manejo urbanístico del hombre. Pero también existen soluciones construidas, que integran el sistema costero con las ciudades.
Las energías provenientes del océano son una fuente inagotable, pero requieren de avances tecnológicos importantes para que la eficiencia en su extracción sea rentable a nivel mundial. Y Chile no se queda atrás al respecto.
Las líneas de costa a nivel mundial están en retroceso debido a los efectos conjuntos del cambio climático y la actividad humana que se desarrolla en las zonas costeras. Y Chile no es una excepción.
El terremoto del 27F en Chile impulsó una gran mejora en cómo el país enfrenta los maremotos. Aún así, queda camino por andar.