"Alergia" al frío: cuáles son sus síntomas y cómo se diagnostica

El aire frío puede tener efectos negativos en el cuerpo humano. Si estos días sufres picazón, enrojecimiento de la piel o incluso habones, probablemente tengas "alergia" al frío. ¿Cómo se puede diagnosticar? Aquí te lo explicamos.

Frío intenso que puede provocar urticaria en la epidermis
El frío intenso puede provocar urticaria en la epidermis, apareciendo una serie de síntomas a los que hay que prestar atención.

La interacción entre las condiciones meteorológicas y el cuerpo humano son más que evidentes en varias situaciones: las olas de calor implican golpes de calor, paradas cardiorrespiratorias y en general, más mortalidad; el viento fuerte y especialmente el foëhn pueden causar dolor de cabeza y migrañas; Incluso hay algunos estudios que correlacionan este viento recalentado y reseco con un incremento de los actos delictivos y los suicidios.

Pero... ¿qué efectos tiene el frío en nuestro cuerpo? Una de las patologías más destacadas es la urticaria por frío o urticaria "a frígore", confundida habitualmente con una alergia.

No es una alergia, sino una urticaria

Se trata de la aparición de picazón, enrojecimiento, habones y a veces angioedema (tumefacción o hinchazón) tras la exposición de la piel a bajas temperaturas, viento gélido o agua fría. En algunos casos puede darse tras la ingesta de alimentos o bebidas muy frías. Normalmente los síntomas aparecen entre pocos minutos y hasta una hora tras la exposición.

Las zonas más frecuentes afectadas son las extremidades del cuerpo: aquellas zonas más expuestas a las "condiciones atmosféricas" como las manos y la cara. No es raro que se pueda producir de forma más extensa o generalizada.

Picor, enrojecimiento, hinchazón... son algunos de los síntomas de esta urticaria, que suele aparecer en las extremidades del cuerpo.

En algunos casos, los síntomas pueden ser graves: dolor abdominal, dificultad a la deglución, dificultad respiratoria, mareo y pérdida de conocimiento. La urticaria "a frígore" es más común en adultos y jóvenes. Para reducir los síntomas o minimizar el riesgo de sufrir esta patología hay que acudir a los antihistamínicos, y evitar el aire o agua a bajas temperaturas.

El curioso test del cubo de hielo

El diagnóstico de esta urticaria "friolera" es fácil. Hay que aplicar frío con un tubo de ensayo con agua congelada sobre la parte de la parte anterior al antebrazo. Se aplica el frío durante un tiempo variable, y entre cada exposición se espera unos 10-15 minutos. Durante ese intervalo de tiempo puede aparecer picor y después un habón con la forma del cubito de hielo.

Los expertos indican que hay una cierta correlación entre el tiempo necesario para que la prueba se positivice y la intensidad de la urticaria. Si los síntomas aparecen de inmediato, más probabilidad de reacción sistémica grave. Además de esta prueba, también se pueden realizar otros estudios: hemograma, serología para diversos virus...

La garganta sufre con las bajas temperaturas

La garganta es la zona del cuerpo que más sufre con la bajada de las temperaturas. De hecho, es la principal vía de entrada a nuestro organismo de patógenos, gérmenes y sustancias nocivas.

El aire frío y seco provoca dolor, inflamación, picor o sequedad en la garganta, hecho que permite la entrada de los microorganismos responsables de las infecciones.